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Burdeos se suma a la red de ciudades que abogan por un apagón del Mundial de Qatar

La lista de localidades francesas que han anunciado que no darán eco al Mundial de Fútbol que se celebrará en Qatar incluirá a la capital de Nueva Aquitania, Burdeos. Tampoco instalarán fan zones o pantallas gigantes en París, Marsella, Lille, Burdeos, Estrasburgo o Saint-Etienne.

Un chaval ondea la bandera del emirato al final de un entrenamiento de la selección qatarí.
Un chaval ondea la bandera del emirato al final de un entrenamiento de la selección qatarí. (Karim JAAFAR | AFP)

Siguiendo la estela de otras localidades del Estado francés, el Ayuntamiento de Burdeos ha dado este 3 de marzo un paso adelante al anunciar que su Ayuntamiento no dará eco en sus calles a los partidos del Mundial de Fútbol, que se celebrará entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre en Qatar.

No habrá tampoco ni fan zones ni pantallas gigantes en Marsella, Lille, Burdeos, Estrasburgo o Saint-Etienne.

El alcalde ecologista de Burdeos Pierre Hurmic, explicó el lunes su posición.

«Si Burdeos se prestara a acoger fan zones con motivo del Mundial se convetiría en cierto modo en cómplice de una manifestación deportiva que es representativa de todas las aberraciones humanas, ecológicas y deportivas», ha asegurado Hurmic.

Entre las razones que más pesan en ese boicot figuta el trato de que han sido objeto los trabajadores, en su mayoría migrantes, que se han encargado de la construcción de los ocho estadios en que se desarrollará la competición.

Las autoridades del emirato solo reconocen tres fallecimientos en accicentes laborales, mientras que la Organización Internacional del Trabajo recoge una cifra superior. En un informe correspondiente a 2020 la OIT deja constancia de 50 accidentes de trabajo mortales y de 500 operarios heridos mientras trabajaban.

Dadas las lagunas en la contabilidad de los accidentes laborales en Qatar esa cifra, advierten los expertos, sería muy superior. De hecho, el diario británico 'The Guardian' publicó recientemente una investigación que elevaba a 6.600 los trabajadores muertos en la última década en la construcción de los estadios y otras infraestructuras destinadas a acoger el Mundial de Fútbol.

El apagón del Mundial se inició en Lille de la mano de su alcaldesa, la socialista Martine Aubry.

La alcaldesa socialista de Lille abrió la veda

La primera edil de Lille se refirió al Mundial como «un sinsentido desde el punto de vista de los derechos humanos, del medioambiente y del deporte».

El alcalde bordelés remachaba esa idea al tachar de incoherente que se pida sobriedad energética a los ciudadanos cuando en pocas semanas se pondrá en marcha un acontecimiento que ha considerado «toda una aberración energética» y cargada de paso contra quienes «en 2010 otorgaron la organización del Mundial a Qatar adoptando una decisión a años luz de las exigencias de la crisis climática».

Ante las críticas de quienes afirman que las medidas de esos ayuntamientos son inocuas para los primeros ediles, ya que en fechas de invierno es poco probable que se puedan instalar pantallas gigantes, el primer edil bordelés ha aclarado que habría adoptado la misma decisión de celebrarse esa competición en verano.

Para dar fuerza a su decisión ha garantizado así que no habrá pantallas gigantes ni fan zone «aun en el caso de que la selección francesa llegara a disputar la final».