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Un muerto en la papelera de Allo eleva los fallecidos en el trabajo en Euskal Herria a 59

Un trabajador de la papelera Essity de Allo, que ha muerto tras sufrir un ataque cardiaco en su centro de trabajo el 22 de setiembre, eleva a 59 los fallecidos en accidente laboral en Euskal Herria durante 2022, según la contabilidad del sindicato LAB. De ellos, 16 corresponden a Nafarroa.

Concentración de la mayoría sindical en Iruñea para denunciar las  muertes laborales acaecidas en Nafarroa, en una imagen de archivo.
Concentración de la mayoría sindical en Iruñea para denunciar las muertes laborales acaecidas en Nafarroa, en una imagen de archivo. (@LABnafarroa)

J.C., de 60 años, trabajador de la papelera Essity de Allo que fue trasladado al hospital el pasado 22 de septiembre tras sufrir un ataque cardíaco durante su jornada laboral, ha fallecido, según ha informado LAB.

De este modo, según la contabilidad de este sindicato, son 59 los trabajadores que han muerto este año en el trabajo, por el trabajo o camino del trabajo. 16 de ellos han fallecido en Nafarroa.

El anterior fallecido fue un hombre de 42 años en Muniain debido a las cornadas de un ciervo. Aunque reconoce que no dispone de más datos sobre la naturaleza del accidente, LAB añade que «parece ser que no se han cumplido los protocolos de seguridad laboral, muy a tener en cuenta precisamente por la peligrosidad de la berrea de los ciervos machos».

«Es responsabilidad de la patronal poner los medios necesarios para garantizar la salud de todos y todas las trabajadoras. Si no se adoptan estas medidas, si no se ponen los medios, es porque la administración que lo debe garantizar no realiza ningún control y seguimiento», destaca LAB, que insta al Gobierno navarro, al Instituto de Salud Pública y Laboral de Nafarroa (Ispln) y a la Inspección de Trabajo a que pongan todos los medios necesarios para que se ejecuten de manera efectiva las medidas de salud laboral en las empresas.

ELA: «No hay prevención»

En una nota en la que se hace eco de la muerte de Muniain, ELA denuncia que «los propios datos oficiales dicen que en Navarra la prevención de riesgos laborales o no se hace o que se queda en el papel. Y eso ocurre porque a las empresas les sale más barato incumplir la ley que invertir en seguridad».

Junto a ello, ELA considera que «los medios públicos de control son totalmente insuficientes», destacando que el Instituto de Salud Laboral y la Inspección de Trabajo están colapsados y el Gobierno navarro «continúa mirando hacia otro lado y premiando a la CEN en el Diálogo Social».