NAIZ

La operadora del Nord Stream acusa a Dinamarca, Suecia y Noruega de obstaculizar su labor

La operadora del Nord Stream ha denunciado este martes que Suecia, Dinamarca y Noruega obstaculizan la revisión de esta infraestructura, en un contexto en que resulta evidente que ha sido saboteada pero se desconoce la autoría.

Un soldado noruego custodia una planta de gas
Un soldado noruego custodia una planta de gas (Carina Johansen | AFP)

La operadora del gasoducto ruso Nord Stream ha denunciado este martes que Suecia, Dinamarca y Noruega obstaculizan la revisión de esta infraestructura pese a que ya cesó el escape de gas de las tuberías dañadas.

«La presión en las dos tuberías del gasoducto Nord Stream se estabilizó el lunes 3 de octubre. A día de hoy la compañía Nord Stream AG no puede revisar los tramos dañados de gasoducto debido a que no se han dado los permisos solicitados de antemano», señala la empresa en un comunicado.

Nord Stream AG, la operadora del Nord Stream, no se pronunció sobre el gasoducto Nord Stream 2, ya que la empresa encargada de gestionarlo, Nord Stream 2 AG, se encuentra bajo administración externa interina tras registrar un procedimiento de insolvencia.

Según la empresa, las autoridades suecas declararon que la investigación estatal prevista en la región del mar Báltico donde se encuentran las tuberías dañadas «se impuso la prohibición de la navegación, anclado, trabajos de buceo, uso de submarinos, trabajos de cartografía geofísica, entro otros».

Las autoridades danesas respondieron a Nord Stream AG que «el trámite de la solicitud de permiso de investigación del operador superaría los 20 días laborales».

«Nord Stream AG continua interactuando con las autoridades competentes», añadió el operador.

Además, el propietario del buque contratado por Nord Stream AG con el equipamiento necesario para la investigación informó que el Ministerio de Exteriores de Noruega no le ha dado todavía la autorización para zarpar en dirección a los gasoductos dañados.

En el Nord Stream se detectaron dos fugas en el mar Báltico, en tanto que en el Nord Stream 2 se observaron también dos escapes de gas entre acusaciones de sabotaje que el Kremlin niega y atribuye por el contrario a un acto de terrorismo internacional con la participación de un Estado extranjero.

El primer gasoducto se encuentra parado desde hace un mes, primero por «labores de mantenimiento rutinarias» y después por una supuesta fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba operativa y que Rusia alega no puede reparar por las sanciones occidentales impuestas al país por su campaña militar en Ucrania.

El Nord Stream 2, a su vez, nunca llegó a operar porque Berlín bloqueó su certificación incluso antes de la intervención bélica en Ucrania.