El presidente del grupo de PP+Cs en el Parlamento de Gasteiz, Carlos Iturgaiz, ha anunciado que presentarán una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Lakua para 2023, además de unas 400 enmiendas parciales que proponen mover unos 270 millones de euros.

Iturgaiz, en una comparecencia, ha afirmado que su grupo no se ha descartado de las negociaciones presupuestarias, pero que mantiene su exigencia de una rebaja de impuestos, una propuesta que «jamás puede caducar» por responsabilidad con los ciudadanos y las familias, ante cuya situación el Gobierno de Lakua se muestra «insensible».

Ha reconocido su «decepción» por la postura del Ejecutivo de Urkullu en esta negociación y ha insistido en que «ahora sí toca» afrontar una reforma fiscal.

A este respecto, el parlamentario de PP+Cs Luis Gordillo ha cifrado en unos 400 millones de euros el impacto que tendría la rebaja fiscal en uno o dos puntos del IRPF y un incremento de la deflactación. Estas medidas, directamente en el presupuesto de Lakua podrían suponer una rebaja de unos 300 millones.

El también parlamentario del grupo José Manuel Gil ha criticado que no ha habido «voluntad negociadora real» por parte del Ejecutivo y que, a parte de las consideraciones hechas por sus compañeros, también hay «motivos ideológicos» en el rechazo de las cuentas, porque el «nacionalismo y el liberalismo son, en muchos aspectos, como el agua y el aceite».

Antes de esta comparecencia el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha recordado que el PP «se comprometió a dar una respuesta el miércoles» cuando tuvo lugar la tercera reunión para tratar de acercar posturas sobre las cuentas. Enterarse de la postura del PP por la prensa es una «falta de respeto», por lo que el consejero considera que «la confianza en el proceso negociador se ha quebrado», según ha indicado en una nota.

La enmienda a la totalidad de PP+Cs se suma a las ya anunciadas por EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, los otros dos grupos de la oposición con los que el Departamento de Azpiazu ha tratado de acordar los presupuestos, ya que Vox fue excluida de la ronda negociadora.