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Biden hace suya la guerra tecnológica decretada por Trump contra China

EEUU ha anunciado la prohibición de importar servicios de telecomunicaciones de media docena de empresas chinas, incuidas Huawei y ZTE, a las que acusa de espiar para Pekín. La Administración Biden sigue la estela de la guerra de las telecomunicaciones lanzada por Trump.

EEUU da una vuelta de tuerca en sus decisiones contra Huawei. (WANG ZHAO/AFP)
EEUU da una vuelta de tuerca en sus decisiones contra Huawei. (WANG ZHAO/AFP)

La Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU (FCC) anunció este viernes el veto a la importación y venta en el país de productos de telecomunicaciones de los fabricantes chinos Huawei y ZTE por considerarlos una amenaza a la seguridad nacional.

El veto incluye a los equipos de comunicaciones de los también chinos Hytera, Hangzhou Hikvision Digital Technology y Dahua Technology y sus filiales a menos que estos en concreto garanticen a la FCC que no se usarán con fines de seguridad pública, seguridad de las instalaciones gubernamentales y otros objetivos de seguridad nacional.

Estas empresas fueron incluidas en 2021 en la lista de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) donde fueron catalogadas como un ‘riesgo inaceptable’ para la seguridad nacional del país estadounidense, junto a otras de equipos de radio y videovigilancia, como recoge la CNBC.

Críticas de Pekín

Las restricciones a la tecnología china se intensificaron en el mandato del republicano Donald Trump (2017-2021) y han continuado con el actual inquilino de la Casa Blanca, lo que ha llevado a China a deplorar que Washington perjudique de forma «infundada» a sus compañías, como denunció el Ministerio chino de Industria y Tecnología de la Información.

La Administración Biden continúa así con la política impuesta por Trump en materia tecnológica respecto al gigante chino, por la que dejó a Huawei al margen del sistema operativo de Google.

Washington ya había prohibido que Huawei proveyese sistemas al gobierno de Estados Unidos y desaconsejó el uso de sus equipos en el sector privado, por temer que fuesen una manera de obtener información por parte de la Inteligencia de Pekín.

Todo ello ha dejado a la firma prácticamente fuera del mercado  mundial de los smartphones.