Tras días de largas negociaciones que se han trabado por la demanda del líder de Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, de obtener los Ministerios de Defensa o Finanzas, el partido Likud de Benjamin Netanyahu ha anunciado en un comunicado que finalmente han alcanzado un acuerdo.

De esta manera, le dará el Ministerio de Finanzas –pero este será rotatorio y se asume que se entregará a otro partido a mediados de legislatura– y a su vez le concederá amplios poderes en el Ministerio de Defensa para gestionar la planificación y gestión de las colonias israelíes en la Cisjordania ocupada.

Obtener mayor control sobre el territorio palestino –clave para la ultraderecha israelí, que aboga por una contundente colonización– era una de las exigencias de Sionismo Religioso, que también pasará a gestionar el Ministerio de Inmigración y Absorción y una cartera denominada de Misiones Nacionales.

Asimismo, liderará comités parlamentarios de peso como el de Constitución, Ley y Justicia, algo que podría ser importante por sus objetivos de reformar en profundidad el sistema judicial del país y promover propuestas de ley polémicas como la cláusula de anulación, una medida que daría poderes al Gobierno para tumbar fallos de tipo constitucional dictaminados por la Corte Suprema.

El acuerdo con Smotrich es otro paso adelante para Netanyahu en su ardua tarea para crear el que será el Gobierno israelí más derechista de la historia, tras haber cerrado ya pactos con las formaciones de extrema derecha Poder Judío y Noam.

Aún así, todavía le queda llegar a compromisos con dos partidos de su bloque derechista y religioso, los judíos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá. Tiene tiempo para materializar acuerdos hasta el 11 de diciembre, cuando se acabe el límite de 28 días que le entregó el presidente israelí para formar el Ejecutivo, aunque en caso de no conseguirlo le podría dar una extensión de 14 días más.

Sionismo Religioso se presentó en las pasadas elecciones en coalición junto a Poder Judío y Noam. Estas tres fuerzas de corte ultraderechista obtuvieron 14 escaños en un Parlamento de 120 y se convirtieron en la tercera fuerza del país, aunque posteriormente se separaron y han negociado su inclusión en el futuro Gobierno de Netanyahu por su propia cuenta.