LAB, SAE, UGT, ELA, CCOO y la Plataforma navarra de Salud han tomado este sábado las calles de Iruñea para reclamar una nueva Ley de Salud que fortalezca el sistema público, mejorando la atención primaria y la red de salud mental, garantizando los derechos laborales y evitando las privatizaciones. El mal tiempo no ha enfriado los ánimos del millar largo de personas que ha acudido al llamamiento y han podido escucharse consignas llamando a la huelga o pidiendo que el dinero del TAV se destine a Sanidad.

Las centrales, que han convocado para este miércoles una nueva jornada de huelga, han denunciado que «todas las promesas que hicieron a profesionales y a la ciudadanía durante y después de la pandemia, han quedado reducidas a mera cosmética y medidas mínimas, que no hacen frente a las verdaderas necesidades de la gente».

«Por eso estamos aquí, defendiendo nuestros derechos, en especial el de la salud y la atención por nuestro sistema público de salud», han apuntado, incidiendo en que «el neoliberalismo de los gobiernos no entiende la salud como un derecho. Han mercantilizado la energía, el agua, la vivienda, la educación, la asistencia a las personas mayores. Ahora aplican medidas de deterioro del sistema público de salud para facilitar el negocio de unos pocos».

En este sentido, han advertido de que la respuesta del Gobierno de Nafarroa a las reclamaciones sindicales «ha sido decepcionante. Ha aprobado mínimas medidas para la mayoría de la plantilla, pero al tiempo aprobando subidas salariales desmedidas para la plantilla médica, al margen de la mayoría sindical».

Y han criticado la postura de los grupos políticos, que no han abordado en los últimos acuerdos «el necesario blindaje del sistema sanitario público frente a estrategias privatizadoras y además se produzcan mejoras laborales y retributivas para algunos colectivos aumentando más la desigualdad entre los trabajadores».

«Muchas de las personas que forman parte de ellas nos han transmitido su coincidencia con nuestras reivindicaciones, y su preocupación por la deriva hacia la privatización y la merma de calidad del sistema público de salud. De otros no esperábamos nada ya que gran parte de los problemas vienen de cuando ellos gobernaban. A la hora de la verdad, han plegado velas y la mayoría ha dado por buena la situación actual», han añadido.

«Defendemos la vida digna y el derecho a la salud de la mayoría, y eso nos da la fuerza suficiente para decir alto y claro que seguiremos; que hasta que no se garantice un sistema público de salud fuerte, cohesionado y con profesionales estables y con motivación, vamos a seguir movilizándonos y acabaremos haciendo que los derechos de las mayorías se impongan a las multinacionales, a los negocios privados y a quienes con sus políticas tibias les facilitan el camino», han señalado.