Como club singular que es, Osasuna Magna va a llevar una línea de continuidad en el relevo en el banquillo verde. Miguel Hernández, hasta ahora segundo de Imanol Arregi, será quien tome el testigo de este último para dirigir la plantilla del club irurtzundarra durante la próxima campaña.

El presidente de Xota, Tatono Arregi, ha manifestado que «teníamos claro el tema», en referencia a que lo que ha predominado en la elección del nuevo entrenador es que haya sintonía con el vestuario.

Por su parte, el nuevo preparador del equipo ha destacado que está «a tope de ilusión» después de su nombramiento, «muy responsabilizado por el reto y agradecido al club y a la gente que me está ayudando».

Hernández ha puesto de manifiesto que «acabo de fichar por el mejor club del mundo» y se ha sincerado en el sentido de que «no me ha costado dar el paso» al aceptar su nuevo rol en la entidad verde.

Asimismo, ha explicado que el plantel «goza de mi confianza» y que su labor a partir de ahora va a ser que «el proyecto que empezó tras la pandemia siga creciendo. Ayudaré en lo posible a dar ese siguiente paso», ha insistido.

Como objetivo prioritario, se ha marcado la permanencia de la escuadra irurtzundarra en la máxima categoría, un empeño que le ha costado mucho al club navarro, especialmente en la última campaña, salvándose in extremis en la última jornada.

Así, ha señalado que va a aplicar una línea continuista en el juego del equipo. «No vamos a hacer tonterías, aunque es cierto que cada uno le da sus matices personales», ha apuntado el nuevo míster.

Hernández también se ha reivindicado para el puesto, asegurando que «estoy preparado», pues llevo «20 años de universidad aquí», aunque sí que ha admitido que «me va a cambiar la perspectiva». «Igual ahora me expulsan menos porque podré estar de pie», ha comentado en tono jocoso.

En cuanto a los esfuerzos que está realizando Osasuna Magna para reforzar algunas posiciones, ha resaltado que ya se están dando pasos para apuntalar la columna vertebral –renovación de Asier– y que también se trata de «mejorar debilidades».

En este sentido, ha reconocido que no se trata de una tarea fácil, pues es complicado hacerse con jugadores buenos y baratos. «Estamos intentando ser lo más eficaces posibles» en dicha tarea.

Por su parte, Tatono Agirre, que ha puesto de manifiesto que es necesario «dar un paso generacional en la junta directiva», ha justificado que el club «necesita más medios», a la vista de la evolución del fútbol sala estatal en estos últimos cuatro años.

Ha criticado que Xota «está luchando con armas desiguales» respecto a sus rivales, lo que supone «un desafío» para los responsables del club el hacer un bloque competitivo y que durante los próximos días va a iniciar «el carrusel de contactos con los patrocinadores».

Cambio de ciclo en Aspil Jumpers

Aspil Jumpers ha valorado la temporada recién finalizada como «muy complicada», si bien acabó con «final feliz», lo que permitirá al club naranja encadenar su decimotercer curso consecutivo en la élite.

Destaca la entidad ribera que ahora afronta «un nuevo ciclo», después del cambio de propiedad –el Tudelano es el nuevo accionista mayoritario– ya pactado y que se hará efectivo este próximo septiembre.

Eso ha supuesto la salida de Diego Ríos y Samuel Pozos, mientras que Aspil Jumpers mantiene a algunos de sus futbolistas básicos tanto en la pista como el vestuario, caso de David, Gabi y Espín.

Especialmente destacado ha sido el papel de este último –28 goles en 29 partidos–, números que le han permitido luchar por el pichichi hasta la última jornada, como ya señaló en su momento el brasileño en una entrevista a NAIZ.

No obstante, Ribera Navarra señala que el curso ha sido «irregular», en el que han sido determinantes los «periodos de lesiones», así como la «falta de puntería». Especialmente significativo ha sido en el primer apartado que «Bruno Petry fue el único jugador disponible para Diego Ríos en las 30 jornadas ligueras».