
La huelga de animación de Iñigo Cabacas Herri Harmaila continúa adelante y ha vuelto a hacerse notar en el partido de este domingo ante el Leganés. Pero las declaraciones tras el partido de Iñaki Williams y especialmente de Unai Simón han agravado la situación. Y es que el portero y capitán ha calificado la situación como «una mierda» y ha añadido que «invitamos a los que no dejen animar a que se queden en su casa».
Conviene remontarse al origen del conflicto, que está en el partido contra el Real Madrid del pasado 4 de diciembre. En aquel encuentro la Ertzaintza entró en la grada de animación, creada hace tres años tras una intensa demanda, con porras extensibles, actitud que para Herri Harmaila supuso una primera gota que colmaba el vaso de la persecución.
Beste behin partidu amaierako festa zapuztu zuten betikoek.
— I.C Herri Harmaila (@ICHHarmaila) December 5, 2024
Animazioaren dinamizatzaileei mehatxuak eta identifikazioak.
Adingabekoen identifikazio ilegalak.
Ertzaintza extensibleekin jipoitzen.
Gurasoak ume txikiekin zelaitik atera ezinik.
Jon Uriarte, aski da! pic.twitter.com/EHhrTeulJA
También en aquel encuentro, según explicó, «uno de nuestros speakers y uno de los encargados de tocar el bombo fueron objeto de agresiones, identificaciones y multas injustificadas. Ambos soportaron comentarios como: ‘Otra multita que os lleváis para casa, os vamos a joder bien’».
La protesta se inició con la entrada de la Ertzaintza a la grada y ha tomado carácter indefinido este mes al continuar las sanciones
Así las cosas, la grada popular inició una protesta en el siguiente partido contra el Villarreal. Entre medio, otro elemento enturbió la relación entre la grada y la directiva, puesto que el presidente del Athletic, Jon Uriarte, denunció haber sido objeto de insultos y amenazas por una persona en relación a este conflicto. El Athletic puntualizó que «en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto».
La protesta ha pasado a convertirse en indefinida antes del encuentro copero ante Osasuna de hace diez días. Y es que, siempre según Iñigo Cabacas Herri Harmaila, los intentos de buscar solución a la represión policial en este mes no han dado ningún fruto. Hubo una primera reunión con el club en la que este admitió actuaciones «no correctas»; sin embargo, la Ertzaintza ha seguido emitiendo expedientes sancionadores.
En este momento, detallaba el comunicado, «dos de los tres speakers y dos encargados de bombos tienen expedientes sancionadores abiertos y el tercer speaker está vetado sin justificación por el club, lo que impide continuar con normalidad la dinamización de la animación». ICHH añadió que, así las cosas, «no coordinará ni participará en la animación hasta que la Junta Directiva ofrezca soluciones convincentes».
Consecuencias
En ese comunicado, la grada popular dejaba claro que «animamos al resto de San Mamés a alentar lo máximo posible para que el equipo se sienta arropado los 90 minutos». Sin embargo, sin la activación general habitual de esta zona del campo (unas 4.000 personas), la animación se ha resentido notablemente desde el partido de Osasuna a este del Leganés. Se le suma que ciertos conatos de jalear al equipo han provocado algunos silbidos.
En este contexto, tanto Iñaki Williams como Unai Simón han criticado la situación tras el partido del domingo. El guardameta ha ido un paso más allá que el delantero, con su apelación a que algunos de los participantes en esta huelga «se queden en casa».
Ello ha generado muchos apoyos pero también críticas en redes sociales al cancerbero y capitán. Los primeros agradecen la claridad de su toma de posición y consideran que la huelga debe cesar ya. Los segundos recuerdan que Unai Simón tiene relación familiar directa con la Ertzaintza, que en verano-otoño priorizó la selección española al Athletic con las decisiones sobre su lesión y que en su día criticó a Mbappé por hacer declaraciones sobre temas extradeportivos.
Las declaraciones
En el pospartido contra el Leganés, Unai Simón ha dicho concretamente que «esta situación es una mierda. No nos sentimos identificados con lo que ocurre y lo que me toca las narices es que los jugadores no tenemos la culpa de lo que está pasando. Se nota en el campo. Tuvimos una eliminatoria de Copa ante Osasuna y no tuvimos ayuda y también hoy la necesitábamos. Me da pena. El Athletic siempre se ha caracterizado por su afición. Hoy no se ha dejado animar a la gente todo lo que quería. Hay que dejar animar a la gente que quiere animar, es de lo que se trata», ha afirmado antes de reclamar que quienes actúan así «se queden en casa».
Controversia en redes sobre el portero: unos le agradecen su posición; otros remarcan su relación familiar con la Ertzaintza, le acusan de priorizar la española y le recuerdan lo que dijo a Mbappé
En tono más comedido, Williams ha opinado que «esto no beneficia a nadie. Todos nos sentimos perjudicados. Días como hoy es muy triste que pasen en el Athletic. Venimos de ganar un título, somos cuartos en Liga y tenemos la clasificación para octavos de la Europa League casi cerrada. Es triste que no se deje animar al que quiere hacerlo y que haya pitos».
En redes también crecen las voces que instan a la directiva a dar un paso adelante para solucionar este conflicto, y más aún con los meses apasionantes que se avecinan en Liga, con la perspectiva de poder entrar en Champions, y en Europa League, con la final en San Mamés en el horizonte.
Dos expulsiones
Tras todo ello, este lunes tarde el Athletic ha comunicado la prohibición de entrada al estadio «a las dos personas que instaron coactivamente a varios integrantes de la Herri Harmaila a cesar en la animación».
El club afirma en una nota que «considera absolutamente inaceptables las presiones que recibieron miembros de la grada popular que intentaban liderar la animación durante el partido frente al CD Leganés».
«Una de estas personas ya fue sancionada por los órganos disciplinarios del Club por, entre otros actos, la promoción y apoyo a Herri Norte Taldea, que le supusieron diversas sanciones, entre ellas, la pérdida de la condición de socio. Esta decisión de los órganos disciplinarios del Club ha sido recientemente avalada por sentencia judicial que confirma la legalidad de la sanción, siendo a fecha de hoy el único procedimiento judicial celebrado en el que participa el Athletic Club por sanciones a miembros de la Herri Harmaila», afirma.
En cuanto a la otra persona a la que se prohíbe el acceso, el Athletic indica que «tampoco es socia, ni Gazte Abonoa, era uno de los speakers (personas que han solicitado poder usar el micrófono para dinamizar la animación) que se había declarado en huelga».
El Athletic establece esta diferenciación: «La grada popular de animación está formada por diversos colectivos y por socios y socias que se unieron a esta grada de forma personal. Entre los colectivos, los más conocidos son “Piratak”, “Euskal Lions” e “ICHH”, y el más numeroso lo componen los Gazte Abonoa, con 2.237 jóvenes, con una media de edad de 17 años. De todos estos colectivos, el único grupo que está actualmente en huelga es “ICHH”, derivando la huelga, con coacciones de por medio, en una situación insostenible los días de partido que perjudica de manera manifiesta e injusta al equipo».
La nota respalda además las declaraciones de Unai Simón e Iñaki Williams.
Desde Herri Harmaila no ha habido toma de posición este lunes sobre el conflicto, pero sí se ha denunciado en su cuenta oficial uno de los casos de persecución policial: una propuesta de multa de 3.000 a 60.000 euros por organizar un recibimiento al autobús el pasado año.
¿Porqué no podemos dinamizar la animación, aunque nos gustaría, en los últimos partidos? El otro día dimos un ejemplo de una de las multas que recibimos, hoy vamos con otro ejemplo.
— I.C Herri Harmaila (@ICHHarmaila) January 27, 2025
De 3.000 a 60.000 euros de sanción por organizar un recibimiento al autobús. pic.twitter.com/3qcd9voOTl

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