Iñaki Balsategi Lopez de Araia
Analista

Junqueras y su «plan B»

La apelación a un plebiscito pactado, a imagen y semejanza de lo que se ha hecho y a buen seguro se volverá a hacer en Escocia, sirve para dar oxígeno al Gobierno de Moncloa

Con el devenir de los tiempos, todo evoluciona, bueno, miento, casi todo evoluciona, que también hay cosas o personas que involucionan… pero bueno, esa es harina de otro costal. El caso es que las lenguas también son proclives a evolucionar y año tras año vemos como se dan giros en las mismas que ponen de moda un concepto. Este es el caso del castellano, que adopta nuevos conceptos que se ponen «de moda» año sí y año también. Uno de los últimos en ponerse en boga y en boca de todos es el de «plan B», que lo mismo vale para un roto que para un descosido, al punto que en muchas de las noticias que se dan, se hace referencia al susodicho plan, el «plan B». Lo mismo vale para referirse a la selección española de fútbol, con la «burbuja» creada por causa y efecto de los positivos en covid-19 habidos en la misma, y que han conllevado la adopción de un «plan B» por parte de la RFEF, o vale también para el conflicto catalán e incluso el escocés. Porque aquí, muy señoras y señores míos, todo el mundo dispone de un «plan B». Y esta opción subsiguiente al plan inicial, bien pudiera  deberse en el caso de Catalunya, a la aplicación al mismo de una frase manifestada por Mike Tyson hace ya unos años y que decía lo siguiente: «Todo el mundo tiene un plan, hasta que le suelto el primer guantazo».

Cercano en el tiempo y fresco en la memoria queda todo cuanto aconteció en Catalunya, y que hoy por hoy, y en aras de una ayuda al conflicto, el presidente Sánchez está intentando desenredar la complicada madeja que propiciaron unos y otros y que se puede resumir en unos cuantos puntos, de sobra por todos conocidos, como los indultos a los miembros del Govern encarcelados que tanta controversia están causando, y en la que muchos dirigentes políticos españoles para los que cualquier tiempo pasado fue mejor, más que nada porque pisaban moqueta y hoy no lo hacen, conducen a la debilidad del Estado español, el mismo que con tanta fuerza, como si de Mike Tyson se tratara, tumbó en la lona la ruta independentista catalana…hasta hoy, que aún grogui, el adalid del pueblo catalán se levanta de la misma y gracias a gestos importantes como los de Junqueras, que se aparta de la vía unilateral para verse reflejado en el espejo escocés, posibilita una posible solución a un conflicto que parecía enquistado. Aunque de justos es reconocer que la no asunción de la vía unilateral por parte del Govern, ha levantado ampollas entre sus compañeros de viaje  independentistas de JxCat o la CUP, más proclives a esta vía que ERC.

La apelación a un plebiscito pactado, a imagen y semejanza de lo que se ha hecho y a buen seguro se volverá a hacer en Escocia, sirve para dar oxígeno al Gobierno de Moncloa, mientras que la oposición gubernativa (PP, Vox y Ciudadanos) no cree en absoluto en las palabras de Oriol Junqueras, y rechaza la medida de gracia con los doce condenados del «procés» y se manifiesta en Colón el 13-J.

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