Javier Orcajada del Castillo, Bilbo

«Desmilitarizar» la Ertzaintza

En el programa electoral EH Bildu plantea el proyecto «patrulla desarmada», que resulta al menos una idea original que muchos han soñado y que no logran dar forma, a pesar de que por parte de otros grupos políticos ya se han apresurado a ridiculizarlo como medio para mantener la estructura actual de una policía tan desacreditada por muchos motivos de trascendencia. Porque la realidad es que existe una opinión muy difundida de que la política actual de orden público viene alimentada por políticos que buscan potenciar la imagen de vencedora frente a la presión de la izquierda que considera a la Ertzaintza como un grupo hostil que agrede a la ciudadanía a pesar de la publicidad insistente y falaz de la propia institución y del Gobierno Vasco que la considera la «joya de la corona» del Estatuto de Gernika. Esta iniciativa de los independentistas debería analizarse, pues se trata de humanizar la seguridad como valor que genera felicidad popular desterrando la que provocan los mandos de dominio de la fuerza bruta que imponen agentes aguerridos, especialmente la Brigada Móvil, pero con escasa formación humanística a quienes se les ha imbuido del criterio militarista de que la paz es síntoma de debilidad y enfatizando que las armas y la parafernalia impactante del equipo como medio de provocar temor, pues ya lo señala Jodorowsky: «el miedo infantiliza la mente», que es como prefieren los responsables del orden público que sea el perfil del buen contribuyente sumiso y obediente para que» la libertad no se confunda con libertinaje», según la grotesca filosofía del Ministerio de Gobernación del General Camilo Alonso Vega y brutales sucesores y que ha actualizado el actual ministro, el Magistrado de la Audiencia Nacional, Marlaska, que cree que cambiando el nombre de Misterio del Interior se olvidan las atrocidades cometidas, lo cual evidencia que pretende humanizar la imagen negativa tradicional de orden público por otra menos agresiva. Aunque ese enfoque de la desmilitarización se enfrente con la obcecación de los sindicatos de la Ertzaintza cuya máxima preocupación es aumentar los salarios, beneficios sociales sin límite, ampliar plantillas, armamento y munición más sofisticado, defensa en casos de excesos y dar leña a los terroristas. Sin embargo, cambiar la filosofía humanizando la Ertzaintza debería ser la prioridad máxima que quien forme gobierno en Lakua.

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