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MADRID

La banca que requiera ayuda pública tendrá que segregar sus activos tóxicos

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha adelantado que las entidades financieras que requieran de ayudas públicas podrían tener que segregar sus activos tóxicos o problemáticos del balance, entre las condiciones «horizontales» que negocia el Gobierno español con la UE.

El responsable de Asuntos Económicos de la CE, Olli Rehn, charla con Luis de Guindos, ministro español de Economía. (Geoges GOBET/AFP PHOTO)
El responsable de Asuntos Económicos de la CE, Olli Rehn, charla con Luis de Guindos, ministro español de Economía. (Geoges GOBET/AFP PHOTO)

En la Comisión de Economía del Congreso, De Guindos ha resaltado la «preferencia» de la CE por esta «medida adicional» en el marco de las condiciones que llevará aparejada la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para el sector financiero español.

Según ha precisado el ministro, el Ejecutivo español también está negociando que las entidades con ayudas deban presentar un plan de reestructuración de acuerdo con las normas de ayudas de la UE.

Asimismo, ha explicado que también habrá condiciones horizontales para el conjunto del sector financiero, que perseguirán fortalecerlo y corregir las vulnerabilidades existentes.

En las sesiones «preparatorias» del Gobierno de Mariano Rajoy con la UE, De Guindos ha matizado que los planes de reestructuración de las entidades que requieran de fondos no es una «novedad», habida cuenta de que ya deben hacerlo cuando reciben apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). «Estos planes tendrán que estar de acuerdo con normas de competencia y ayudas de la UE», ha enfatizado.

El titular de Economía ha concretado que el acuerdo con Bruselas sobre la ayuda a la banca estará cerrado a «principios de julio», si bien ha admitido que se está negociando un paquete «muy complejo».

La de hoy ha sido la segunda intervención de De Guindos en el Congreso para hablar de este tema, después de la del pasado 13 de junio, cuatro días después de que el Eurogrupo habilitara para la banca española una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros.