Pierre GALY
londres

Los JJOO se acercan al inicio con varios problemas aún pendientes

La llegada de miles de atletas y visitantes ocasiona las primeras dificultades en el transporte, mientras 1.200 soldados más se añaden al plan de seguridad.

Una lancha de la Policía, en el Támesis. (AFP /Fabrice COFFRINI)
Una lancha de la Policía, en el Támesis. (AFP /Fabrice COFFRINI)

Los Juegos Olímpicos de Londres se inaugurarán oficialmente el próximo viernes, con la ceremonia de apertura, y las primeras finales y medallas (12) llegarán el sábado, pero la competición arrancará hoy mismo con el inicio del torneo de fútbol femenino, al que seguirá mañana el masculino.

En estas vísperas en que miles de atletas han empezado a llegar a la Villa Olímpica, junto a las primeras oleadas de visitantes, el centro de atención se ha trasladado hacia elementos organizativos, o incluso a la meteorología, que se han convertido en motivos de preocupación.

El lunes se producían los primeros colapsos en las líneas de metro y de tren relacionadas con el recinto olímpico, los primeros embotellamientos al salir a la palestra el parque de vehículos destinado a la «familia olímpica» –con su carril reservado–, y las protestas encolerizadas de los taxistas. Las autoridades repartieron folletos entre la gente sugiriendo que se desplazaran a pie por la ciudad estas semanas, asegurando que resultará «más fácil y más rápido».

En el terreno de la seguridad, tras el fracaso de la empresa privada contratada para esta tarea –que debía aportar 10.400 agentes privados a un dispositivo de más de 40.000 personas, entre policías y militares, y solo consiguió 4.200–, el Gobierno británico reaccionó destinando a varios centenares de policías y 3.500 militares más de los previstos inicialmente para cuestiones de seguridad, acudiendo incluso a repatriar unidades destinadas en Afganistán.

Ayer se anunciaba el refuerzo de 1.200 militares más, y los controles de acceso al recinto olímpico evidenciaban el rigor extremo con que se va a controlar a cada persona que pretenda asistir a los eventos deportivos.

Pero la principal preocupación que manifiestan los británicos en general, y los londinenses en particular, gira en torno a la meteorología, que ha batido récords de precipitaciones en los últimos tres meses. Aun así, las probabilidades de que llueva durante la ceremonia de apertura solo se cifran en un 20%.

Un tiempo caprichoso podría perturbar el transcurso de las competiciones al aire libre, sobre todo el atletismo. Algo pesimistas, los organizadores han encargado millares de «ponchos» para evitar que se mojen los espectadores que han comprado alguna de las 8'8 millones de entradas puestas a la venta.