Beñat Zaldua
Barcelona
Entrevue
Alba Cuevas
Portavoz de SOS Racismo en Catalunya

«El peligro de partidos como PxC es que consiguen mover a la derecha el discurso político»

Pese a la capacidad del PP de aglutinar a todas las derechas, Plataforma per Catalunya (PxC) explora desde hace algunos años nuevas formas de acceso de la extrema derecha a las instituciones del Principat. A día de hoy ya cuentan con representación en más de 40 municipios. La portavoz de SOS Racismo en Catalunya, Alba Cuevas, nos explica los peligros que comporta la presencia de PxC en los ayuntamientos y el riesgo de crecimiento de la ultraderecha en tiempos de crisis.

Alba Cuevas
Alba Cuevas

¿La crisis económica abona el crecimiento de la extrema derecha? ¿Por qué?
Lamentablemente, sí. Pero más que la crisis en si misma, es el tipo de gestión que se está haciendo de la crisis. Con el tema de la inmigración, por ejemplo, el concepto que se ha ido construyendo sobre la inmigración es el de una mano de obra barata, que viene a resolver unos problemas de trabajo; con lo cual, si no hay trabajo, fácilmente se ha llegado a un discurso que señala: ‘si ahora no hay trabajo, ¿por qué tienen que estar aquí?’. No es casualidad que una de las primeras medidas que el Estado español tomó ante la crisis económica fuese la de promover el retorno voluntario.

Es evidente que estamos ante una situación difícil, de evidente tensión social, que puede favorecer el ver al otro como un extraño, como alguien que te puede generar miedo; alguien donde vaciar parte de las preocupaciones que tienes, con un discurso generalista que echa toda la culpa de la crisis a unas personas y no a otras. Pasa lo mismo con el decreto de Sanidad; parece que ahora, con este decretazo, vamos a solventar los problemas económicos del sistema sanitario.

¿Esta evolución de la que hablas está tomando cuerpo político?

Ahí está el tema. ¿Qué va antes¿ ¿el huevo o la gallina? ¿aumenta el racismo y la xenofobia en la población porque los partidos políticos están lanzándose o acogiéndose a ese tipo de discurso o los políticos cogen ese discurso porque ven que está extendido en la población? Todo influye, pero hay que analizarlo desde un punto de vista de responsabilidades. Una persona que tiene un cargo público y representa cierta institución o partido tiene una gran responsabilidad a la hora de empezar con ciertos posicionamientos que están favoreciendo esas ideas. 


¿La naturaleza del PP –un partido más a la derecha que la centroderecha tradicional europea- funciona como dique de contención al crecimiento de una extrema derecha al estilo del Frente Nacional francés o el Amanecer Dorado griego?
En parte funciona, sobre todo a nivel estatal. La derecha en el Estado español está bastante junta; lo han sabido mantener, al menos hasta ahora. Lo que sí vamos viendo es cómo se van destapando, en Catalunya en concreto. El discurso de Xavier García Albiol, del PP de Badalona, no tiene nada que envidiar al discurso que están haciendo Amanecer Dorado en Grecia, Le Pen en Francia o Plataforma per Catalunya aquí mismo. Lo grave es que ese racismo y ese populismo que caracterizan a Albiol son lo que le han llevado a ser alcalde de la segunda ciudad de Catalunya. Es una crispación constante. De hecho, nosotros tenemos una querella en contra de Albiol por un tema de delito de odio y xenofobia.

En Catalunya tienen el caso de la xenófoba Plataforma per Catalunya, que lleva ya varios años con presencia en algunos Ayuntamientos. ¿Qué valoración hacen de su presencia en instituciones públicas? ¿Qué peligros tiene?
El mayor peligro que tiene Plataforma es que, por cobardía o por oportunismo de muchos partidos, ha conseguido un movimiento a la derecha del discurso político en Catalunya. Vivimos unas elecciones municipales que yo creo que no tenían ningún precedente. Que partidos de tradición democrática, partidos históricos, se atrevieran a decir lo que dijeron, es muy fuerte.

También lograron representación en más de 40 municipios de Catalunya. ¿Y qué pasa en esos municipios? Hacen imposible la vida en el pleno. En aquellos en los que tienen poca fuerza, lo que hacen constantemente es que no se pueda trabajar, aunque no influyan en las decisiones, porque sí que hay una tendencia a aislarlos. Y en los que sí que tienen más presencia y más poder, están jugando con los otro partidos. Estamos viendo muchos pactos con partidos como Convergència, como el PP, u otros pactos todavía más extraños.

Además, el hecho de tener una representatividad como concejales también les da una mayor visibilidad y pueden tener acceso, por ejemplo, a todo lo que son las revistas municipales. Muchos ayuntamientos nos llaman muy preocupados porque ellos tienen acceso a poder escribir en esas revistas y eso se distribuye por toda la población. Y están diciendo cosas incluso tipificadas como delito en el Código Penal. Hacen daño; parece que no, que no tienen mucha fuerza, pero están ahí y tienen consecuencias negativas.

¿Cómo se puede evitar que la crisis se convierta en caldo de cultivo para la xenofobia?
Nosotros lo que decimos es que ha habido y sigue habiendo una falta de apostar por políticas antidiscriminatorias y antiracistas. La realidad que tenemos en el Estado es la que es. Hay un conjunto de personas de diferentes orígenes y otras ya nacidas aquí, con diferentes características. O apostamos por políticas antidiscriminatorias o esto puede ir a más y reventar. Ademàs, cabe exigir el fin de la cobardía, tanto de instituciones como de las sociedad civil; salir y no permitir que se continúen dando esos posicionamientos. No permitir que en la tienda a la que tú vas a comprar se continúe con esos tópicos y rumores. Es un poco el acto de todos; darnos cuenta de que nos la jugamos todos.