Nerea GOTI
BILBO

Víctimas del conflicto abogan por ponerse en el lugar del que ha sufrido y a involucrarse en la paz

Víctimas de las diferentes expresiones de violencia que participaron en los encuentros de Glencree han recordado lo que supuso para ellos aquella experiencia y han concluido que la clave de la reconciliación está en ponerse en el lugar de quien ha sufrido, aunque no se comparta su ideología.

Txema Urkijo, Galo Bilbao, Patxi Elola y Axun Lasa, en las jornadas organizadas por Bakeola. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)
Txema Urkijo, Galo Bilbao, Patxi Elola y Axun Lasa, en las jornadas organizadas por Bakeola. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)

Axun Lasa y Patxi Elola, víctimas de la vulneración de derechos que participaron en la experiencia de Glencree, han compartido mesa en Bilbo, en el seminario organizado por Bakeola sobre «la contribución educativa y social de las víctimas de la violencia y el terrorismo en la construcción de la memoria social como primer paso para la reconciliación».

La hermana de Joxean Lasa y el concejal del PSE de Zarautz han vuelto la mirada atrás para relatar qué supusieron aquellos encuentros a los que fueron invitados en su calidad de víctimas de diferentes expresiones de violencia. Ambos han presentado una conclusión común, y es que la clave de la reconciliación está en ponerse en la piel de quien ha sufrido como tú, aunque no compartas su ideología. «El dolor no va por bandos», ha descrito gráficamente Lasa.

Por eso, no le ha pasado desapercibida la distinción que en el enunciado del seminario se hacía entre «víctimas del terrorismo y de la violencia». «El terrorismo es algo que produce terror, ETA ha producido mucho terror, Patxi ha vivido con terror, ¿quién me dice a mí que cuando veo un control de la Guardia Civil en el camino cerrado de acceso al caserío no me produce terror?», ha planteado.

En su testimonio, saludado entre los asistentes por su «valentía», ha reconocido que en ese encuentro entre quienes sufren dolor en primera persona «hubo momentos muy incómodos en los que nos sentimos heridos» y aun así «lo que vivimos fue algo hermoso y nunca dijimos que fuera fácil». Lasa ha censurado que ese acercamiento al que llegaron en medio de una situación difícil no se haya traducido en un acercamiento entre los partidos políticos dos años después de que ETA anunciara el cese de la actividad armada.

Lasa ha manifestado sentirse aún herida porque no toda la sociedad reconociera su dolor «con mi hermano secuestrado, enterrado en cal» y «yo misma cuando fui torturada en comisaría». Se ha preguntado «cuántas víctimas más estan dolidas por esa falta de reconocimiento».

Al igual que Lasa, Elola ha calificado de «hermoso» lo vivivido en Glencree pese a su reticencia inicial a sumarse a la iniciativa y ha aludido al efecto de arrastre que esa iniciativa puede tener  en el resto de la sociedad. «Es más fácil el acercamiento en la sociedad», ha opinado.