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Donostia

Donostia será pionera en la regulación normativa de los clubes sociales de cannabis

El Ayuntamiento de la capital guipuzcoana presenta una ordenanza para «limitar los riesgos asociados a las dependencias y, por otro, garantizar los derechos tanto de las personas consumidoras como las de quienes no lo son». A día de hoy son veintiuna las asociaciones de esta índole existentes en la ciudad, que agrupan a unas 2.000 personas.

Cannabis listo para su consumo. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Cannabis listo para su consumo. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)

El concejal delegado de Servicios Sociales de Donostia, Jon Albizu, ha presentado un texto que regulará las condiciones de apertura y funcionamiento de los clubes sociales de cannabis, entidades sin ánimo de lucro en las cuales los consumidores –terapéuticos y/o lúdicos– se unen para autoabastecerse «reduciendo daños asociados al mercado clandestino y a determinados usos».

En la actualidad existen veintiún colectivos de estas características en Donostia, que agrupan a unas 2.000 personas. Ante esta realidad, la ordenanza recuerda que hay constituida «una ponencia específica en el seno del Parlamento Vasco con objeto de estudiar una solución regulada de la actividad de esos clubes». Albizu ha explicado que la ordenzanza tiene como doble objetivo «limitar los riesgos asociados a las dependencias y garantizar los derechos tanto de las personas consumidoras como las de quienes no lo son».

El edil ha subrayado que el perfil de las personas consumidoras de cannabis es muy heterogéneo y que «el problema no reside en el tipo de sustancia, sino en el uso que se haga de ella». Hasta ahora no existe normativa que regule estos colectivos, por lo que la iniciativa del Ayuntamiento de Donostia es pionera. El Gobierno municipal tiene previsto asimismo editar una guía de buenas prácticas.

Con la ordenanza, ha indicado Albizu, «se podrá garantizar que este tipo de establecimientos estén inscritos en los registros públicos y, en consecuencia, que los abran y gestionen asociaciones con un funcionamiento claro y conocido». La normativa establecerá «condiciones tanto de seguridad como de salud e higiene», además de «unas distancias mínimas entre estas actividades y los centros de enseñanza y de salud, para evitar los efectos especialmente nocivos que pueda acarrear el consumo de esas sustancias a los grupos de riesgo: menores o enfermos mentales, por ejemplo». También se establecerá una distancia mínima entre estos establecimientos para evitar efectos negativos en un determinado vecindario.