Los países de la Unión Europea (UE) invirtieron en 2013 hasta 40.000 millones de euros en centros financieros Offshore, fórmula bajo la que se engloban los territorios de baja tributación, la mayoría de ellos considerados paraísos fiscales –como Panamá, Gibraltar o las Islas Caimán–. Así se desprende de la información publicada el pasado viernes por la oficina europea de estadística Eurostat.

Esto convierte a los paraísos fiscales en los segundos receptores de inversiones en el extranjero de la UE durante 2013, por detrás de la clara dominadora, EEUU, que recibió 159.000 millones de euros. En tercer y cuarto lugar se sitúan Brasil –36.000 millones– y Suiza –24.000 millones–.

La nota de prensa de Eurostat también informa sobre las inversiones de otros países en la UE, en la que predomina todavía más claramente EEUU, con 313.000 millones de euros de inversiones. En segundo y tercer lugar, a mucha distancia, vuelven a situarse Brasil –21.000 millones– y Suiza –18.000 millones–.

Además, Eurostat desglosa la información por países de la UE, con sorpresa incluida, ya que hay dos estados sobre los que se carece de información acerca de sus inversiones en centros financieros Offshore –la oficina europea se limita a señalar que son datos confidenciales–. Uno es Malta y el otro el Estado español. Es decir, se sabe que Gran Bretaña invirtió 6,8 billones en en estos territorios de baja tributación, pero no se sabe cuánto invirtió el Estado español.

De los datos disponibles sobre el Estado español se desprende que el principal destino de sus inversiones fuera de la UE es también EEUU, con 2.100 millones de euros, seguido de Brasil –1.500 millones– y Suiza –400 millones–. A su vez, EEUU es el mayor inversor extranjero en el Estado español con 2.200 millones de euros, Suiza el segundo, con 1.700 millones, y en tercer lugar aparece Rusia, con 900 millones.