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Madrid

El hincha del Deportivo murió por los golpes que le dieron con una barra de hierro en cabeza y cuerpo

Los incidentes de la ribera del Manzanares que terminaron con la muerte del seguidor del Deportivo Francisco José Romero, más conocido como Jimmy, como consecuencia más grave llevan viso de convertirse una una patata caliente que pasa de mano en mano.

Pintada en el lugar de Madrid en el que recibió la paliza Francisco Romero. (Pierre-Philippe MARCOU / AFP)
Pintada en el lugar de Madrid en el que recibió la paliza Francisco Romero. (Pierre-Philippe MARCOU / AFP)

La autopsia llevada a cabo en el Instituto Forense de Madrid ha determinado que el integrante de los Riazor Blues falleció por «traumatismo craneoencefálico con hemorragia interna y estallido de bazo producido posiblemente con barra de hierro de 2,5 centímetros aproximadamente», es decir, por los golpes recibidos en la cabeza y el cuerpo durante la paliza que le propinó el Frente Atlético antes de arrojarlo al río Manzanares.

El recién nombrado delegado del Gobierno español en Galicia, Santiago Villanueva, ha señalado que «se pasó la información pertinente» antes del encuentro entre el Atlético y el Deportivo y que «el partido fue declarado de bajo riesgo por parte de la Comisión nacional y de los distintos estamentos; como en otros partidos se pasa la información pertinente, la Comisión determina la valoración y la Policía monta el dispositivo».

Villanueva ha incidido en la necesidad de actuar, pero ha evitado concretar a qué medidas habría que recurrir, a la espera de conocer las «conclusiones» de la Comisión estatal contra la Violencia en el Deporte, órgano al que, ha añadido, compete decidir al respecto.

Por su parte, el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo ha indicado que «se está investigando y facilitando toda la información», y ha arremetido conta quienes «se enfundan una camiseta con el falso interés de defender unos colores que en ningún caso defienden, sino que los desprecian. Quieren llevar los colores de un equipo, de una ciudad y de una comunidad hacia la violencia, hacia actos punibles que, en algún caso, han tenido el resultado de muertes».

El Deportivo de A Coruña ha señalado que alertó a la Policía española de que «al menos» un autobús de Riazor Blues iba a viajar a Madrid. Desde el club han rechazado que se les vendiese las entradas. Al parecer fue la Federación de Peñas del Deportivo la que vendió unas cien entradas a este colectivo.

«Hechos excepcionales»

El Gobierno español ha calificado como «extraordinariamente graves» pero «excepcionales» estos incidentes. Así se han expresado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, tras la reunión urgente de la Comisión Nacional contra la Violencia celebrada este lunes en Madrid. Ambos comparecerán de forma conjunta en el Congreso, con carácter urgente, para analizar e informar sobre lo sucedido.

«Los hechos son de extremada gravedad, pero también excepcionales. Con ello, no quiero quitar ningún matiz. La lucha contra la violencia en el deporte es firme, constante y comprometida por parte de los responsables de la seguridad pública, y, en la mayor parte de los casos es eficaz y satisfactoria», ha indicado Martínez.

Entre las conclusiones que se han extraído de la reunión y las primeras investigaciones de la Policía y los jueces, ha asegurado que no existían elementos objetivos que permitiesen prever acontecimientos como los que se produjeron. Tampoco antecedentes en los últimos 6 años que hubiesen motivado la declaración del partido como «de alto riesgo», ni elementos indicativos de riesgo en las redes sociales.

Ha destacado que los Riazor Blues alquilaron el autobús fuera de su provincia para eludir el control policial. «Existía una intención deliberada de escapar a la capacidad de protección de la Policía», ha añadido el responsable de Seguridad del Gobierno, que ha destacado que el dispositivo de seguridad era el «adecuado».

Francisco Martínez ha confirmado la detención de 21 personas, de las cuales doce pertenecen a los Riazor Blues y seis al Frente Atlético. A ellos se suman dos aficionados del Rayo Vallecano y uno del Alcorcón. Pasarán este martes a disposición judicial.