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BILBO

Trabajadoras de las residencias de Bizkaia denuncian la negativa de Emakunde a recibirlas

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, que llevan más de 200 jornadas de huelga en demanda de la mejora de sus condiciones laborales y de la calidad asistencial que se presta a los usuarios, han denunciado la negativa de la directora general del Emakunde, Izaskun Landaida, a recibirlas, por lo que le han agradecido que «deslegitime y ponga en cuestión» el rol de esta institución «como garante en la defensa de los derechos de las mujeres».

Manifestación de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)
Manifestación de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)

En un comunicado, las trabajadoras han señalado que el conflicto de las residencias de Bizkaia «se ha asomado a calles y plazas, y, de paso, también ha sacudido la conciencia de mucha gente».

Según han destacado, «cada vez resulta más evidente que nos encontramos ante un conflicto social que ha desbordado los límites de un conflicto laboral al uso». Asimismo, han recordado que se está hablando «de los cuidados, del trabajo que históricamente hemos venido desempeñando las mujeres, sin reconocimiento social ni económico alguno».

Tras señalar que han «tomado la calle» para «proclamar bien alto que los cuidados son también un trabajo», han indicado que su huelga, «que ha superado el listón de 200 días, va despertando la curiosidad y la solidaridad de cada vez más gente», pero, «sorprendentemente, no hemos visto a ninguna representante del Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, en ningún acto, y ya van muchos, demasiados». «¿Y Emakunde nos ha visto a nosotras? ¿O es que acaso somos invisibles también para vosotras?», ha preguntado a Emakunde.

Según han destacado, el suyo es un conflicto «feminizado», ya que el 90% de la plantilla de este sector la componen mujeres. En ese sentido, han denunciado que este conflicto «va indisolublemente unido al hecho de que muchos empresarios ven, en vez de trabajadoras, mujeres, las cuidadoras naturales que hacen de 'este negocio' algo muy lucrativo».

A su entender, para Emakunde, «que lleva años denunciando la segregación sexual, debería ser un tema conocido». Por ello, se ha preguntado «cómo es posible denunciar la segregación en general y mirar hacia otro lado ante uno de los casos concretos, más graves, como es el de las residencias de Bizkaia».

Tras «constatar la falta de apoyo» de Emakunde, el colectivo de las trabajadoras en huelga de las residencias de Bizkaia solicitaron una reunión con este organismo «para explicarles de primera mano las razones de nuestra lucha». Sin embargo, han denunciado que Izaskun Landaida les contestó «por teléfono» y la respuesta fue que «su agenda está demasiado ocupada para atendernos en estos momentos».

«Ojalá nos hubiéramos encontrado con otra respuesta, pero parece que para los poderes públicos y, en concreto, para el organismo garante de defender la igualdad entre mujeres y hombres, no es prioritario atender la situación de precariedad laboral y de vida de un colectivo que asciende a 5.000 trabajadoras», han lamentado las trabajadoras.

Por ello, han dado las gracias a Emakunde, «por dejarnos abandonadas de nuevo» y por «deslegitimarse y poner en cuestión su rol como institución garante en la defensa de los derechos de las mujeres».

Asimismo, han criticado que para Emakunde «una durísima huelga, en la que una de las partes ni siquiera se quiere sentar a negociar (las patronales) y la Diputación de Bizkaia elude su responsabilidad y da cobertura a las posiciones patronales», no sea «suficiente para que lo tome en consideración».

Las trabajadoras de residencia han dicho observar «con pena el lugar que ocupan las políticas de igualdad de género», ya que, «lejos de ser políticas de primera línea, quedan relegadas a un premio de consolación ante la prioridad de las grandes infraestructuras como el Tren de Alta Velocidad o la propuesta del diputado Rementeria de hacer un nuevo Rontegi». «Al final optan por políticas que buscan el beneficio de una minoría y dejan de lado las necesidades sociales de la mayoría», han censurado.

También han denunciado que «los intereses empresariales y particulares de un grupo reducido de hombres se superponen, haciendo prevalecer las relaciones clientelares entre la administración y las empresas subcontratadas (LARES, GESCA, ELBE) de la Diputación de Bizkaia».