La empresa, propiedad de la multinacional japonés Kayaba, adelantó a los trabajadores a finales de diciembre su decisión de aplica un expediente de empleo en la factoría de Orkoien, en la que se producen bombas hidráulicas para automoción y que emplea a 228 trabajadores.
El sindicato LAB señala que, la de este viernes, es «una noticia dura e injusta» con la que se constata que la inacción de la dirección ha derivado en que «no haya habido alternativa al principal producto que fabricaba cuando la obsolescencia del mismo era una realidad conocida por todos desde hace más de una década».
La central sindical sostiene que «ningún trabajador debe ser despedido por un problema generado única y exclusivamente por la malas decisiones de la multinacional y de sus gestores», y emplaza a la dirección a «sentarse a negociar».