Con 15 pérdidas en ataque es prácticamente imposible ganar una final, menos aún cuando has acertado 17 veces en 30 tentativas a puerta. El Bera Bera ha elegido el peor día para atascarse en ataque ante la segunda mejor defensa de la competición liguera. La igualdad ha sido máxima en una primera parte en la que las de Montse Puche ya han dejado en evidencia que les costaba un mundo trabajar el ataque posicional. Han estado 13 minutos sin marcar hasta que han conseguido acortar distancias en un marcador que ya señalaba la desventaja de tres goles (7-4).

Cardoso ha sido clave en esos últimos minutos del primer acto para llegar al descanso uno abajo en el luminoso (8-7). La segunda mitad ha tenido una tónica parecida, pero a medida que pasaban los minutos han vuelto a aparecer los problemas de las donostiarras (otros 9 minutos sin marcar), y las gijonesa –que aunque se estrenaban en una final han mostrado una sensatez envidiables– no han desaprovechado con una gran actuación de Faria en todos los aspectos del juego.

Las de Diego Lafuente han ido aumentando la ventaja, han conseguido una diferencia de hasta 5 goles (16-11) y el Bera Bera, aunque ha hecho un amago de espabilar, no ha aprovechado las pérdidas o las paradas de Castellanos para reducir distancias. La desesperación de los últimos minutos poco ha ayudado en la labor y Puche ha visto cómo se alejaba el trofeo del K.O al no saber gestionar la defensa de las adversarias. A partir del próximo sábado volverá a la dinámica liguera en la que tiene que ganar todos los partidos restantes y esperar los resultados para celebrar algún título esta temporada.