La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha presentado su dimisión tras estallar hace más de 30 días la polémica de la falsificación de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y tras divulgarse hoy un vídeo en el que se la habría sorprendido robando cremas en un supermercado.

En una comparecencia convocada de urgencia, Cifuentes ha admitido que había tomado la decisión de renunciar a la presidencia y pretendía anunciarlo el 2 de mayo, tras los actos institucionales de la Comunidad de Madrid, pero tras divulgarse esa grabación ha decidido adelantar su renuncia.

La ya expresidenta ha admitido que sustrajo los cosméticos –fue «un error involuntario» en una compra, ha dicho– y ha atribuido la difusión del vídeo a «una campaña de acoso y derribo» que «dura bastante tiempo» y que dejó de ser «política para convertirse en personal». 

«Me llevé por error y de manera involuntaria sin ser consciente de ello unos productos por valor de 40 euros, me lo dijeron y los aboné», sin que el «asunto tuviera mayor trascendencia». Hace dos años, ha dicho, «se me intentó extorsionnar con ese vídeo, lo puse en conocimiento de la Policía, pero ahora algunos medios o un medio ha decidido publicarlo».

A su juicio, todo esto «ha traspasado unas líneas rojas evidentes» y su «resistencia personal» ha llegado al «límite».

«Tomo la decision de dar un paso atrás que anticipo porque consecuencia de lo de hoy entran factores personales. He aguantado 35 días de una exposición permanente, linchamiento mañana, tarde y noche... se ha traspasado una línea», se ha quejado, para recalcar que se va «con la cabeza muy alta». 

Cifuentes ha segurado que ha decidido dimitir para evitar que «la izquierda radical» gobierne en la comunidad y «ponga en riesgo» la gestión hecha por el PP en los tres años de legislatura. Por encima de sus intereses, ha asegurado, debía pensar en «la amenaza, la posibilidad real de que la izquierda de PSOE y Podemos pudiera gobernar».