En los últimos días se comenzó a hablar de la posibilidad de que Gipuzkoa depositara en el vertedero de Mallabia –localidad vizcaina pero que forma parte de la Mancomunidad de Debabarrena– alrededor de 60.000 toneladas anuales de fracción resto, hasta que se finalice la incineradora de Zubieta.

Tanto el Ayuntamiento de Mallabia como la Diputación de Bizkaia se han opuesto a esa posibilidad, y una alternativa pasaría por quemar esas basuras en Zabalgarbi y luego sí, llevar las cenizas a Mallabia.

Preguntado al respecto, Imanol Lasa ha explicado que ambas instituciones forales están en «fase de conversación» sobre «cuestiones meramente técnicas y económicas» de las «diferentes alternativas» planteadas.

«Elegiremos la que mejor sea para las dos instituciones», ha indicado antes de aseverar que se trata de «un problemón heredado de la pasada legislatura», cuando EH Bildu paralizó la incineradora de Zubieta.

ELA: «Cueste lo que cueste»

Un punto de vista que no comparte por ejemplo ELA, quien recuerda que «Gipuzkoa tenía un plan para construir plantas de tratamiento para todas las fracciones y se paralizó para construir la incineradora. Detrás de todo esto esta la actitud del PNV de construir la incineradora cueste lo que cueste. Ese es su principal interés, no el reducir la dependencia o garantizar la sostenibilidad, la prioridad es hacer negocio».

Además, este sindicato ha denunciado que «el modelo de gestión de residuos que se lleva a cabo en Gipuzkoa y Bizkaia no cumple con la normativa europea ni con la jerarquía de tratamiento de los residuos».