«Basta de tener que soportar insultos y ataques contra nuestra persona. Basta del abandono y de mirar a otra parte por parte de las instituciones. Basta de utilizar como excusa que hay dos modos de vivir la fiesta. Basta de ataques contra los periodistas que vienen con intención de informar sobre nuestra fiesta y sobre el conflicto que vivimos. Basta de mirar hacia otro lado».
Con estas palabras ha comenzado la comparecencia ofrecida en Hondarribia por la compañía Jaizkibel con el poso que dan los cinco días transcurridos desde el Alarde del pasado sábado, cuando al paso por la calle Mayor y «a la sombra de los plásticos negros, hubo gente que nos atacó». De hecho, han subrayado, estos hechos se llevan repitiendo durante muchos años, a pesar de que «los mensajes de las instituciones en los que indicaban que todo estaba dentro de una ‘normalidad’. No, lo que ocurre aquí en Hondarribia no es normal».
Jaizkibel ha denunciado que «el Ayuntamiento, la actual Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco han estado impasibles ante semejante barbarie. Esta actitud no tiene nada de neutralidad, sino que protege y engrandece al agresor. Por eso decimos hoy basta. Estamos preparadas para sentarse y hablar, pero no estamos dispuestas a volver a vivir lo del sábado. Basta. No aceptamos esta impunidad. No aceptamos estos ataques. Y no vamos a consentir que en nombre de la solución haya propuestas en las que no se nos incluya».
Las personas que respaldan esta reivindicación han remarcado que no piensan renunciar a su derecho a vivir la fiesta en igualdad, y han indicado «no podemos esperar a septiembre del año que viene para sentarnos, ya es hora de afrontar lo que ocurrió el sábado y de empezar a trabajar».
Jaizkibel ha asegurado que hay numerosos hondarribiarras «que se averguenzan de lo que pasa en la calle Mayor» y han agradecido su respaldo a las personas que se dieron cita el sábado en las calles de esta localidad guipuzcoana para aplaudirles y animarles. Es hora de posicionarse, trabajar por la solución y conseguir de una vez por todas un único alarde, público y paritario», han sentenciado.