@imanolintziarte
Donostia

Anoeta tendrá que seguir esperando la primera victoria de la Real esta temporada

Los donostiarras, que han estrellado un par de balones en el poste, no han podido batir al meta del Girona y se han tenido que conformar con un empate sin goles (0-0). Página especial de NAIZ

Sandro, que ha estrellado dos balones contra el poste, pugna con Jonás Ramalho. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)
Sandro, que ha estrellado dos balones contra el poste, pugna con Jonás Ramalho. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)

La Real sigue sin ganar esta temporada en Anoeta, y ya van cuatro partidos. Este lunes visitaba Donostia el Girona que dirige Eusebio Sacristán, anterior técnico de los blanquiazules, si exceptuamos el paso del “interino” Imanol Alguacil.

Ambos técnicos han decidido no dar la titularidad a sus arietes titulares, Willian José y Stuani, lo que a posteriori puede interpretarse casi como una premonicición.

En la primera mitad daba la sensación de que era el Girona el que controlaba el partido, pero las escasa ocasiones han sido para la Real, con un fútbol más directo. Un disparo de Bautista lo ha sacado el meta Bono y otro de Sandro se ha topado con el poste. El canario ha estado bulllicioso, con mucha voluntad y pelín individualista.

Daba la sensación de que ambos conjuntos iban con la tercera marcha metida, como si se dosificaran a la espera de la segunda parte. Sobre todo faltaba chispa e imaginación para pisar área con peligro, y tampoco se llegaba a banda con la profundidad suficiente para poner buenos centros.

En la reanudación no ha cambiado el panorama en exceso, aunque otra vez Sandro ha tenido el gol en sus botas. Su remate cruzado lo ha tocado Bono y ha chocado otra vez con el palo.  
La entrada de Juanmi, Willian José y Sangalli tampoco ha conseguido modificar el escenario, con ambos conjuntos priorizando guardar la ropa.

Reza el axioma que «si no puedes ganar, al menos no pierdas», y todo apunta a que ese era el principal pensamiento de ambas escuadras, aunque los catalanes sí han dado algún susto en los últimos minutos.

Clásico partido de los que se han vivido infinidad y en el que, de entrar alguna en la recta final, probablemente se hubiera dicho y escrito que la Real supo trabajar con paciencia y madurar el partido. No ha sido así. Un puntito al zurrón y a pensar en la complicadísima visita al Wanda colchonero. Página especial de NAIZ