París ha sido escenario de una ceremonia repleta de líderes internacionales que han conmemorado el 100 aniversario del armisticio de 1918 que puso punto y final a la Primera Guerra Mundial.

Uno a uno, los jefes de Estado y de Gobierno han comenzado a llegar al Elíseo antes de partir al lugar de la ceremonia, situado frente al Arco del Triunfo. Los 70 mandatarios han sido recibidos por el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian.

«Hemos sembrado juntos las semillas de la paz. La paz es algo precioso. Nunca hay que darla por sentado», ha sido la frase con la que se ha comenzado el acto conmemorativo.

Macron: «El nacionalismo es la antítesis de patriotismo»

El presidente francés ha pronunciado ante el Arco del Triunfo un discurso con el que ha recordado a los caídos en combate, el dolor y la recuperación de un conflicto que «transformó la historia».

Uno de los momentos más destacados del discurso ha llegado cuando Macron ha dedicado parte de su mensaje a condenar el ascenso del nacionalismo en Europa, que ha descrito como «la antítesis y una traición al patriotimo». «La lección no puede ser rencor y resentimiento hacia otras naciones, ni olvido del pasado», ha proclamado.

El presidente francés ha expresado su temor a que «resurjan los viejos demonios y nuevas ideologías que manipulan las religiones. La historia –ha continuado– amenaza con retomar un trágico rumbo en este día de aniversaio, donde renovamos nuestra fidelidad eterna a nuestros caídos».