Aritz Intxusta

Vuelven a ocupar el Gaztetxe Maravillas al final de la manifestación en Iruñea

Una gran manifestación ha recorrido esta tarde las calles más céntricas de Iruñea en respuesta al desalojo del Gaztetxe Maravillas. Las columnas que han partido desde distintos puntos de Iruñerria se han reunido en la Plaza del Ayuntamiento, desde donde ha arrancado una manifestación unitaria con miles de personas. Al final de la misma, varias personas han vuelto a entrar en el palacio Marqués de Rozalejo.

«Maravillas vuelve a ser del pueblo». Así anunciaban, a través de las redes sociales, que se había vuelto a ocupar el palacio Marqués de Rozalejo. Tras finalziar la movilización de hoy en la plaza San Francisco, cientos de personas se han dirigido a la plaza Nabarrería y se ha comenzado a correr la voz de que varias personas habían conseguido volver a entrar en el edificio desalojado.

Una vez la plaza estaba llena, varias personas se han asomado a los balcones y han desplegado una pancarta en la que se leía «Gaztetxerik gabe, bakerik ez. Maravillas herriarentzat» («Sin gaztetxe, no hay paz. Maravillas, del pueblo»).

Tras más de una hora en la que se han escuchado golpes a la puerta y el ruido de una radial acompañado de chispas, los congregados han comenzado a entrar en el gaztetxe por la puerta hacia las 20:20.

En una nota de prensa, desde el gaztexe han celebrado que «el palacio Marqués de Rozalejo vuelve a estar en manos del pueblo, de donde nunca jamás debiera haber salido. El Gaztetxe Maravillas vuelve a la vida que nunca le debieron arrebatar».

Tras rechazar «el violento desalojo con más de 100 personas heridas», han subrayado que no tolerarán «que el capital siga apropiándose y privatizando los bienes colectivos».

Durante la manifestación, «Okupazioa delitua bada, ¡gora, gora, delinkuenzia!» han coreado los miles de jóvenes que protestaban por el desalojo de Maravillas. La protesta ha llegado después de varias acciones de desobediencia civil en la ciudad, como cortes de carretera con personas 'embidonadas', caceroladas y una acción en la que dos jóvenes con pancartas se colgaron desde el puente de las Oblatas.

Los manifestantes portaban banderas en favor de la okupación y trapos azules, color que se identifica con el centro social desalojado hace unas semanas después de año y medio de actividad en el Palacio de Rozajelo, situado en la Plaza de Nabarreria.

A su paso por la Avenida Baja Navarra, lugar donde habitualmente GARA hace sus recuentos, la protesta avanzaba ocupando acera y calzada, cuando lo habitual es que se limite a la calzada. Esto ha hecho muy difícil un recuento propio fiable, pero sin duda se trata de miles de jóvenes. Tanto los organizadores como la Policía española han coincidido en calcular que han participado más de 5.000 personas

El control de la manifestación ha quedado en manos de la Policía española, a la que han silbado al encontrarse con los cordones más numerosos. La presencia policial, tanto de uniforme como de paisano, era notable. Aun con todo, la protesta ha transcurrido en tono bastante distendido, con música sonando de distintos altavoces colocados a distintas alturas de la larguísima marcha.