NAIZ
DONOSTIA

Condenan a 2 años y 3 meses al fotógrafo Kote Cabezudo por «obstrucción a la Justicia»

Un juzgado de Donostia ha condenado a dos años y tres meses de cárcel, por un delito de «obstrucción a la Justicia» en concurso con otro de coacciones, al fotógrafo donostiarra Kote Cabezudo, quien se encuentra en prisión provisional a la espera de juicio por presuntos delitos contra la libertad sexual y la intimidad, violación, abuso sexual, estafa, delitos contra el honor, injurias, descubrimiento de secretos y amenazas, entre otros.

Kote Cabezudo, a su salida de los Juzgados de Donostia, en una imagen de archivo. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)
Kote Cabezudo, a su salida de los Juzgados de Donostia, en una imagen de archivo. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

El fallo, el primero que se dicta en contra de Cabezudo, corresponde a uno de los múltiples asuntos desgajados de la causa principal en la que es investigado por presuntos abusos a modelos, estafa, agresión sexual y elaboración de pornografía infantil entre otros delitos.

Además de la pena de cárcel, la resolución judicial, a la que ha tenido acceso Efe, impone al procesado una multa de 5.040 euros y le obliga a compensar con otros 8.000 euros por los daños morales causados a la víctima, una testigo del proceso judicial a la que trató de «intimidar» colgando una fotografía suya desnuda en una red social.

No obstante, la sentencia absuelve al fotógrafo de un delito contra la intimidad que le imputaba la acusación particular, ejercida por esta misma mujer.

Según recoge la resolución judicial, los hechos se produjeron el 14 de octubre de 2016, tan solo un día después de que la perjudicada se personara como acusación particular en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 3 de Donosia contra Cabezudo, quien subió «a través de su perfil particular» en una conocida red social una imagen en la que esta mujer «aparecía desnuda, con el cuerpo pixelado pero siendo reconocible su rostro».

El texto aclara que la fotografía había sido captada aproximadamente veinte años atrás, cuando la chica «comenzaba su carrera de modelo y se puso en contacto con el acusado» para «hacerse unas pruebas fotográficas».

La resolución concreta que el imputado llevó a cabo estos hechos «con la finalidad de intimidar y atemorizar» a la joven «y, de esta manera, influir en la declaración que iba a presentar» en el caso, ya que Cabezudo conocía su «temor» y «preocupación» a que se publicaran «otras imágenes suyas de desnudos integrales» que «le había hecho durante las sesiones fotográficas».

El escrito aclara que en 2016 la perjudicada fue derivada a una unidad de salud mental por «un estado de ansiedad con afectación del sueño y cuadro reactivo a intenso estrés laboral», mientras que en 2017, en un nuevo proceso clínico, se le apreció una sintomatología de «alteraciones en la afectividad» y de «baja autoestima» entre otras, por lo que se le diagnosticó un trastorno de ansiedad.

Durante la vista oral por estos hechos, celebrada a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Donostia el pasado 16 de enero, la Fiscalía solicitó cuatro años de cárcel para Cabezudo, mientras que la acusación particular reclamó cuatro años y ocho meses de reclusión para el fotógrafo.

La defensa de Cabezudo ha anunciado ya su intención de recurrir esta sentencia en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa.

Además de esta causa, existen otras dos piezas separadas del procedimiento principal en las que ya ha finalizado la instrucción.

La primera de ellas se refiere a un presunto delito de falsedad documental, en el que las acusaciones platean que el fotógrafo presuntamente «falseaba los contratos» para que sus modelos «parecieran mayores de edad en la fecha» de la firma.

Un asunto por el que la acusación particular pide cuatro años, mientras que la Fiscalía demanda nueve meses de reclusión para Kote Cabezudo.

La segunda de estas causas ya cerradas consiste en un presunto delito estafa procesal en grado de tentativa, en la medida en que, según la acusación particular, el investigado presuntamente trató de acceder a los servidores en los que se encontraba el material de la causa principal presuntamente «con el ánimo de destruir pruebas y eliminarlas».

Una acción por la que tanto el Ministerio Público como la acusación particular demandan ocho meses de internamiento para el fotógrafo donostiarra.

En cuanto al asunto principal que se instruye contra Cabezudo y que le mantiene en prisión provisional desde el pasado 4 de mayo, la acusación particular prevé que su instrucción quede cerrada «de aquí a verano».