La historia decía hasta esta noche que el Heliodoro Rodríguez López era inexpugnable en el torneo liguero y la dinámica rojilla hacía presagiar que semejante maldición acabaría por romperse.
Así lo hemos seguido pensando en la primera parte merced a dos chispazos de calidad y velocidad (minutos 25 y 28, Rober Ibáñez y Brandon) que han inclinado la balanza del lado navarro. Hasta ese momento, los de Jagoba Arrasate habín optado por mantenerse firmes atrás, quizás un tanto dubitativos en los primeros compases y con alguna que otra pérdida que ha dado mayor dominio del cuero a los anfitriones.
Como el resto del equipo, la mayor novedad del once osasunista, Luis Perea, ha ido creciendo poco a poco, tímido en el inicio y con mayor soltura cuando el equipo se ha colocado por delante en el luminoso.
El Tenerife, con el ex rojillo Borja Lasso como catalizador de su fútbol ofensivo e indetectable entre líneas, ha protagonizado las primeras aproximaciones, pero con la misma escasa pólvora de la que vienen disponiendo a lo largo de este ejercicio. Todo lo contrario que el líder, preparado para dar el zarpazo a la menor ocasión de que dispusiese. Ha llegado con el robo del incansable Brandon, la magia en forma de taconazo de Rubén García y el oportunismo de Rober Ibáñez.
Los locales han quedado groguis y Osasuna se ha aprestado a dar la segunda cuchillada, una metáfora oportuna, pues Brandon ha entrado como una navaja en el hueco que le han dejado los dos centrales para irse en velocidad y cruzar ajustado al poste ante la salida a la desesperada de Dani Hernández. En dos minutos, la pegada rojilla ha puesto patas arriba el envite y todo de cara para sumar el noveno triunfo en diez jornadas disputadas.
Luego, en la segunda parte, todo el trabajo de la primera se ha vuelto inservible. Ha tenido ocasiones Osasuna para rematar la faena, pero no ha acertado con ellas. Luego, el gol en propia meta de Unai García ha dado vida al Tenerife.
Cosas que tiene el fútbol, un par de errores puntuales han permitido al navarro Ismael López meter dos goles en cuatro minutos y decantar el partido en favor del equipo canario.