Disputada sobre el tradicional trazado de 291 kilómetros entre las ciudades de Milán y San Remo, la carrera se ha terminado decidiendo en los 5 kilómetros llanos finales que restan tras la subida al alto de Poggio.
Para entonces ya se había hecho la selección y solo quedaban en cabeza corredores de talla excepcional como el propio Alaphilippe, Michal Kwiatkowski (Sky), Alejandro Valverde (Movistar), Peter Sagan (Bora), Wout van Aert (Jumbo), Vinzenzo Nibali (Bahrain) o Matteo Trentin (Mitchelton), por ejemplo.
Tras un kilómetro de tanteo en el que todos eran conscientes de la peligrosidad de sus rivales, lo que les ha hecho remolones a la hora de atacar, ha tomado la iniciativa Alaphilippe, quizás el llegador más en forma de todos ellos, y nadie ha sido capaz de alcanzarle. Por detrás han entrado, y le han acompañado en el podio, Oliver Naesen (AG2R) y el polaco Kwiatkowski.
Con esta victoria en una carrera calificada como “Monumento” o “Classicissima”, Alaphilippe pone la guinda a un comienzo de temporada excelente en el que ya ha logrado victorias de etapa en la Vuelta a San Juan, Tour de Colombia y Tirreno Adriático.