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Fuerzas afines al Gobierno de Trípoli derriban un avión del mariscal Jalifa Haftar en la capital

Un avión de combate del Ejército Nacional Libio (LNA), la fuerza armada controlada por el mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, ha sido derribado hoy por el Ejército regular de Libia, afín al Gobierno de unidad nacional impuesto por la ONU en Trípoli, cuando, según fuentes militares, se disponía a bombardear el sur de la capital.

Jalifa Haftar (i) y Abdelfatah al-Sissi, ayer en El Cairo. (AFP)
Jalifa Haftar (i) y Abdelfatah al-Sissi, ayer en El Cairo. (AFP)

Las fuerzas afines al Gobierno de unidad de Trípoli han derribado un avión militar de las tropas rivales bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar. El avión ha sido derribado cuando sobrevolaba la zona sur de Trípoli e intentó superar el eje de Wed al Rabie-Kasr Ben Ghashir, donde fue atacado por las fuerzas del citado Ejecutivo establecido por la ONU en la capital.

«El avión militar iba a lanzar ataques contra civiles en la capital y el aeropuerto de Maitiga», ha señalado a Efe una fuente de seguridad que no ofreció otros detalles sobre número de víctimas.

Citado por la prensa local, el portavoz del centro mediático de la fuerza del Ejecutivo de Trípoli, Mustafa al-Madjei, ha informado de que el avión abatido es un MiG 23 que despegó de la base militar de Al-Watiya, al oeste de la capital.

El derribo del avión se ha producido mientras el mariscal Haftar realiza una visita a Egipto, donde ha sido recibido por el presidente egipcio, Abdelfatah al-Sissi, uno de sus principales aliados en el plano militar y económico.

Los combates se intensificaron el pasado 4 de abril, cuando Haftar ordenó a sus tropas la conquista de Trípoli, donde en ese momento se encontraba de visita el secretario general de la ONU, António Guterres, en un claro mensaje a la comunidad internacional. Su objetivo es hacerse con el control de Trípoli, lo que le permitiría dominar todo el país, a excepción de la ciudad-estado de Misrata, tras años de división política y guerra civil.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 121 personas han muerto y otras 561 han resultado heridas durante la ofensiva emprendida hace diez días por el Haftar para tomar.

Los combates que se libran a diario en torno al antiguo aeropuerto de Trípoli, un enclave de alto valor estratégico para la conquista de la ciudad, han provocado el desplazamiento interno de más de 8.000 personas.

Con Al-Sissi en El Cairo

En cuanto al encuentro que Haftar mantuvo con Al-Sissi en El Cairo, dentro de los contactos que mantiene con líderes de la región para recabar apoyos, el presidente egipcio le transmitió «el apoyo de Egipto a los esfuerzos para combatir el terrorismo y los grupos extremistas y milicias y para reforzar la seguridad y estabilidad para todos los ciudadanos libios en todos los territorios».

Al-Sissi señaló que esos esfuerzos van a permitir «el establecimiento de un Estado civil soberano y estable» en Libia, así como «el progreso en varios campos para lograr las aspiraciones del pueblo libio».

A pesar de que las autoridades egipcias apoyan oficialmente al Gobierno de Fayez al-Serraj respaldado por la ONU pero mantiene muy buenas relaciones con el mariscal que controla el este de Libia y  colabora con sus tropas para garantizar la seguridad en el área fronteriza con Egipto.

El Cairo ha sido acusado de apoyar la campaña militar de Haftar contra grupos armados islamistas, incluidas las filiales del Estado Islámico y Al Qaeda en Libia, e incluso de llevar a cabo bombardeos en el país vecino en apoyo a las tropas del LNA.