«Es un orgullo y un honor encontrarme aquí, así como un sorpresa porque desconocía lo que es este galardón. Es fantástico el trabajo del club y y estoy encantada con lo que he visto», han sido las primeras palabras de Moström para agradecer el premio que le ha otorgado el Athletic.

La exjugadora escandinava, acompañada por el presidente de la entidad de Ibaigane, Aitor Elizegi, ha destacado esta iniciativa «porque es importante para todas las mujeres que juegan al fútbol. No entiendo las diferencias que existen en cuestión de género, pero no es una cuestión fácil».

Moström desarrolló toda su trayectoria deportiva en el Umeå IK y aunque tuvo opciones de fichar por otros equipos, finalmente optó por mantenerse en el club de su vida. «Jugar con ese equipo fue la mejor decisión, porque ponían a la jugadora por encima de todo. Sí me ofrecieron oportunidades para irme, pero no era una opción, quedarme era lo mejor y fue muy fácil tomar la decisión», ha señalado.

Después de visitar las instalaciones del Athletic, y en tono jocoso, ha asegurado que «me gustaría jugar en el Athletic», pero que ya se ve «un poco mayor» –tiene 43 años–, aunque recobrando la seriedad, ha manifestado que «siempre» va a recordar al conjunto vizcaino.

Por su parte, Elizegi ha comparado el currículum de Moström con el de otros futbolistas importantes a lo largo de la historia y ha destacado el detalle de que tras ser «capitana» del equipo «y lograr la Copa de Europa, después de su retirada, volvió a jugar» para ayudar a su equipo en varios partidos en los que sufría muchas bajas.

Crítico hacia cierta evolución de este deporte, el presidente rojiblanco ha dejado claro que «hay intereses en el mundo del fútbol ajenos a los clubes, a los intereses de ellas y ellos, y no parece muy sencillo que alguien pueda desarrollar una carrera en un mismo club»

Ha resaltado, en este sentido que «merecía la pena premiar desde otro punto de vista» y que «hay más candidatas y más oportunidades de premiar a este tipo de jugadoras».