Beñat ZALDUA

El Supremo deniega a Junqueras el permiso para recoger el acta de eurodiputado

A diferencia de lo que ha ocurrido con el Parlament, el Congreso, el Senado y el Ayuntamiento de Barcelona, el Tribunal Supremo ha denegado hoy a Oriol Junqueras el permiso para jurar la Constitución y recoger el acta de eurodiputado el próximo lunes, un acto que hubiese supuesto la adquisición de la inmunidad parlamentaria.

Oriol Junqueras pasa por delante de Pedro Sánchez. (Pablo BLÁZQUEZ/AFP)
Oriol Junqueras pasa por delante de Pedro Sánchez. (Pablo BLÁZQUEZ/AFP)

Acabada la vista oral, la primera patata caliente que el Tribunal Supremo tenía ante sí era la decisión sobre la petición de Junqueras de acudir el próximo lunes al Congreso de los Diputados a jurar la Constitución y recoger el acta de eurodiputado obtenida –sin que nadie lo impugnase– el pasado 26 de mayo como cabeza de lista de la coalición entre ERC, EH Bildu y BNG.

Se trata de un trámite que los presos catalanes han podido hacer cuando fueron elegidos como parlamentarios catalanes tras el 21D, así como cuando fueron elegidos diputados y senadores el pasado 28A. En el caso de Joaquim Forn tampoco ha habido problema; de hecho, ahora mismo está en Barcelona, donde mañana podrá formalizar su acta como concejal del Ayuntamiento de Barcelona.

El caso del Parlamento Europeo, sin embargo, presenta aristas peligrosas para los intereses del Tribunal Supremo y del juicio contra el independentismo catalán, ya que si Junqueras formalizase su condición de eurodiputado, se beneficiaría automáticamente de la inmunidad que conlleva el cargo.

Esta inmunidad existe también en el caso del Congreso y del Senado, pero dentro de las fronteras españolas, el Supremo consiguió que las Mesas de ambas cámaras suspendiesen automáticamente a los presos catalanes sin necesidad de pedir el suplicatorio. Es decir, sin pasar por el trámite de pedir al Pleno de cada institución que decida si el poder judicial puede juzgar o no a uno de los suyos.

La mano del Supremo, sin embargo, no es tan larga como para llegar al Parlamento Europeo, por lo que numerosos juristas han señalado en los últimos días que, en este caso, el juez Marchena estaría obligado a pedir el suplicatorio a la Cámara comunitaria, a suspender mientras tanto cualquier trámite ligado al juicio contra el 1-O y a dejar en libertad a Junqueras, que debería gozar de la inmunidad hasta que, llegado el caso, el pleno Parlamento Europeo decidiese retirársela.

El escenario es endemoniado para el Supremo, porque denegando el permiso a Junqueras, como ha decidido hoy, podría estar incurriendo en prevaricación, algo que podría poner en riesgo también todo el juicio contra el independentismo catalán.

Las razones del Tribunal

En el auto conocido hoy, el Tribunal considera que el desplazamiento de Junqueras a Bruselas –da por hecho, por tanto, que obtendría la mencionada inmunidad– pondría en «irreversible peligro» los fines del proceso judicial, y se escuda en que la pérdida del derecho de participación del procesado no es «irreversible», sino temporal.

De hecho, el Supremo apunta como uno de los peligros «la pérdida del control jurisdiccional sobre la medida cautelar que le afecta y ello desde el instante mismo en que el acusado abandonara el territorio español».

Ante Junqueras se abren ahora varias vías, además de denunciar ante el propio Parlamento Europeo la situación. Puede presentar una querella por prevaricación contra todo el tribunal, dado que le están arrebatando derechos políticos que ninguna instancia ha dicho que se le pudiesen quitar, y por otra, puede acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, instancia superior al Tribunal Supremo.