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Las redactoras de Skolae sostienen en su declaración en el TSJN que el programa aplica la ley

Las redactoras del programa Skolae, citadas a declarar en el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa, han afirmado que el mismo aplica la legislación vigente tanto en educación, como en igualdad o lucha contra la violencia de género.

Momento en el que los llamados a declarar por el programa Skolae se dirigen al Palacio de Justicia. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Momento en el que los llamados a declarar por el programa Skolae se dirigen al Palacio de Justicia. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Han sido dos de las cinco redactoras las que han testificado ya que la parte demandante, el colegio San Cernin de Iruñea, ha renunciado a la declaración del resto, igual que más tarde ha hecho con tres de los cinco tutores de Skolae citados puesto que en realidad interesaba la opinión de los formadores que no habían sido convocados.

La sesión se ha celebrado en lo Contencioso Administrativo del TSJN y está previsto que se repita en próximas fechas a petición de Concapa, que también ha llevado a Skolae a los tribunales, igual que la Asociación Socio-Cultural Plataforma Nacional 18M, que preside el diputado del PP Juan José Cortés, aunque en este caso no se ha solicitado esta prueba testifical.

La primera redactora en declarar ha sido María Antonia Moreno, especialista en prevención de violencia de género y funcionaria de Asturias, quien ha defendido que Skolae «es un sueño hecho realidad como pedagoga y docente, el cumplimiento de leyes que tanto nos han costado», con «contenidos muy serios» y «muy bien hecho».

En la misma línea Carmen Ruiz Repullo, doctora en Sociología, ha sostenido que el contenido de Skolae es «coeducativo», buscando favorecer una educación basada en el respeto a la diversidad, para lo que ha defendido el trabajo desde la infancia.

Moreno ha subrayado que Skolae sostiene la tesis de que no existe la igualdad plena real porque así lo confirman estadísticas y estudios de universidades, de la misma forma que concluyen que los hombres muestran «poco compromiso» con ella, y los jóvenes «se involucran menos» que las chicas.

De ahí «la necesidad de leyes que obliguen a educar en igualdad» y de normativa específica para intentar luchar contra las agresiones sexuales, la brecha salarial o los techos de cristal, ha dicho, y subrayado que «coeducación únicamente es equilibrio».

Para ello, Skolae busca «la empatía y el respeto», propone «juegos para la reflexión incluso desde edades tempranas», también en educación sexual siguiendo las recomendaciones de la OMS, y basa el trabajo «en el buen trato».

Y ha aclarado que la educación sexual consiste en «conocer el propio cuerpo y el de las demás personas desde el respeto para desarrollar una sexualidad sana», por lo que Skolae trata con «respeto» y «no penaliza» las vivencias sexuales de cada individuo, lo que se ejercita con «juegos eróticos, un término técnico de la sexología».

Moreno ha añadido que para jóvenes que tienen entre 16 y 18 años Skolae trabaja la educación erótica y el placer como «parte de la educación sexua»" para intentar «evitar acosos y delitos si se sabe que lo que se está recibiendo no es sexualidad».

Y además alerta sobre el «amor romántico», otro concepto técnico que proviene del romanticismo, vinculado al suicidio, porque son «creencias» sobre las relaciones amorosas que parten de pilares «confundidos y llevan a la sumisión que fomenta la desigualdad».

Igualmente ha defendido las actividades que propone con cuentos tradicionales para que desde pequeños se analice el papel que desempeña en ellos cada género, y el análisis de letras de canciones «sexistas», unas que plantea el programa y otras que escucha el alumnado, paro que luego «oigan la música que quieran pero con un pensamiento crítico».

En cuanto a la pornografía, ha puntualizado que hay fichas de educación sexual sobre «cómo construir las relaciones sexuales pero ejemplos de pornografía no se pueden llevar al aula».

En su turno, Ruiz ha asegurado que, tras el pilotaje de Skolae en 16 centros antes de comenzar su expansión por la red pública, la respuesta de docentes, alumnado y familia fue «totalmente positiva».

Familias con las que también se propone actividades «no obligatorias» que «no son una intromisión sino un homenaje a esos padres igualitarios» en «la ética del cuidado», según Moreno.

Ruiz, por su parte, se ha referido a las actividades en el aula para precisar que buscan mostrar que «no existen criaturas idénticas sino diversidad» y «no culpabilizar» cuando se expresa la sexualidad de determinada manera, «algo diferente a la práctica sexual».

Mientras que en relación con el placer ha aclarado que el cuerpo «no es solo el pene o la vagina, nos puede gustar que nos toquen el pelo. Lo importante es salir de la genitalidad e interpretar que la sexualidad es la capacidad de sentir placer».

Por último, ha explicado que la «masculinidad hegemónica» no es una crítica a todos los hombres sino «un concepto cultural» con «riesgos para chicos y chicas» ya que los estudios la sitúan detrás de la violencia machista.

La sesión ha terminado con el testimonio de dos tutores, que son los que supervisan la labor en las aulas una vez que los docentes han recibido la formación, y que han comentado que no solo no han recibido quejas de docentes ni directores de centros por el contenido del Skolae, sino «felicitaciones», y que el programa permite «flexibilidad» para adecuarse a las características del alumnado.