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Decenas de muertos en un doble ataque contra dos poblados en el centro de Mali

Decenas de personas han muerto en un doble ataque perpetrado ayer por un grupo de hombres armados no identificados contra dos poblados dogón en la provincia de Koro, en el centro de Mali, según han informado este martes fuentes locales.

Autoridades y residentes participan en el entierro de parte de las víctimas de la matanza en la aldea dogón de Sobane-Kou. (AFP)
Autoridades y residentes participan en el entierro de parte de las víctimas de la matanza en la aldea dogón de Sobane-Kou. (AFP)

Una nueva matanza se ha cobrado la vida de al menos cuarenta personas en dos aldeas dogón del centro de Mali, cuyo presidente, Ibrahim Boubacar Keïta, negó hace unos días la existencia de un conflicto intercomunitario y prometió desarmar a todos los grupos.

El doble ataque, según han informado hoy las autoridades locales, tuvo lugar ayer en los poblados de Gangafané, donde murieron al menos 17 de personas, y en Yoro, donde perdieron la vida al menos 26. Al menos cinco personas fueron secuestradas por los hombres armados que irrumpieron en esas aldeas de la provincia de Koro.

Otras fuentes han cifrado en 14 los muertos, pero la Fiscalía ha pedido precaución para evitar una polémica en torno al balance como la del pasado 9 de junio, cuando la cifra inicial de 95 muertos y 19 desaparecidos fue rebajada a 35 fallecidos, incluidos 24 niños.

Aunque de momento no hay detalles sobre los asaltantes que las fuentes cifran en 100 personas que cercaron y atacaron las dos localidades a bordo de motocicletas, ni reivindicación, varias fuentes barajan la posibilidad de un ataque étnico.

Goundjou Poudiougou, asesor comunitario de Dinagourou, ha asegurado a AFP que los autores de los ataques «son terroristas porque han matado y destripado algunos cuerpos, han quemado graneros y cuando se iban de la aldea cantaban Allah Akbar» (Dios es el más grande, en árabe).

Las comunidades dogón y peul, enfrentadas

Estos dos ataques se han producido en la región de Mopti, escenario en los últimos años de un recrudecimiento de violencia entre los agricultores dogón y los ganaderos nómadas peul (también conocidos como fulani) por el control de las tierras.

Desde la aparición en 2015 en la región del grupo yihadista del predicador Amadou Koufa, que recluta principalmente entre los peul, tradicionalmente pastores, ha habido un número creciente de enfrentamientos entre esta comunidad y los grupos étnicos bambara y dogón, principalmente agricultores, que han creado sus propios «grupos de autodefensa».

La violencia, que ha estado azotando la región durante cuatro años, vivió su punto álgido con la masacre del 23 de marzo cometida por cazadores dogón,  en el pueblo de Ogossagou, cerca de la frontera con Burkina Faso, en la que fallecieron unos 160 peul.

La inestabilidad que afecta a Mali comenzó con el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.

Los yihadistas fueron teóricamente expulsados en 2013, gracias a una intervención militar internacional liderada por el Estado francés, pero extensas áreas del país, sobre todo del norte y del centro, escapan al control estatal, de lo que se aprovechan grupos armados locales.