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Turín

Muere Marisa Merz, exponente y única mujer del grupo de «arte pobre» italiano

Comenzó a destacar poco después de debutar en 1966 con esculturas de láminas de aluminio móviles. Sus obras fueron expuestas en el centro Pompidou de París, en el Hammer Museum de Los Angeles, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en Tate de Londres, entre otros.

Recibió León de Oro a la carrera de la Bienal de Arte de Venecia en 2013. (NAIZ)
Recibió León de Oro a la carrera de la Bienal de Arte de Venecia en 2013. (NAIZ)

La artista italiana Marisa Merz, exponente y única mujer dentro del colectivo de «arte povera» (pobre), ha fallecido a la edad de 93 años en Turín, su ciudad natal.

Estuvo casada con Mario Merz, uno de los integrantes de este grupo de artistas surgidos en Italia en la década de 1960 y que se caracterizaban por emplear materiales humildes e industriales en sus instalaciones.

Marisa Merz (Turín, 1923) era considerada uno de los referentes y única mujer de este colectivo, del que también formaron parte otros artistas de la talla de Jannis Kounellis, Alighiero Boetti, Giulio Paolini, Giuseppe Penone o Giovanni Anselmo.

La artista debutó en 1966 exponiendo en su estudio de Turín esculturas de láminas de aluminio, estructuras con forma de espiral, móviles e irregulares, apostando por la metamorfosis de la obra.

Pronto destacó por introducir en el lenguaje de la escultura contemporánea elementos considerados tradicionalmente propios de la artesanía femenina, dando dignidad artística a esos materiales.

En sus creaciones, realizadas con materiales industriales y que tenían apariencias orgánicas, Merz desarrolló una poética singular a través de distintos medios expresivos, que fueron desde la escultura a la pintura, el diseño o las instalaciones artísticas.

Sus obras fueron expuestas en importantes centros el centro Georges Pompidou de París, el Hammer Museum de Los Angeles, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Guggenheim o la TATE de Londres.

En 2013, durante la 55ª edición de la Bienal de Arte de Venecia recibió el León de Oro a la carrera, junto a la pintora austríaca Maria Lassnig, fallecida un año después.

Los organizadores del certamen veneciano, uno de los más importantes del mundo, destacaron su papel como única mujer de esta neovanguardia italiana y su búsqueda por la interioridad y la subjetividad individual en sus creaciones.