Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée han reclamado a la Unión Europea, o al menos a un grupo de sus países miembros, un sistema de solidaridad que ponga fin a la inestable situación de los barcos de salvamento en el Mediterráneo central, en donde han decidido reanudar sus operaciones de rescate después de casi ocho meses desde que las suspendieran. Lo harán a lo largo del mes de agosto con el carguero de rescate Ocean Viking, fletado por las dos ONG en sustitución del Aquarius, que tuvo que su actividad el pasado diciembre.

Según han argumentado desde MSF, «la falta de una misión de rescate europea» y por «los intentos de las políticas migratorias para impedir la presencia de buques de salvamento» de migrantes a la deriva no han hecho otra cosa que «aumentar las posibilidades de morir en el mar». «Médicos Sin Fronteras regresa al mar porque sigue muriendo gente», ha recalcado su presidente de MSF, David Noguera.

De acuerdo a los datos de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) en lo que va de año han fallecido más de 420 migrantes y refugiados en el Mediterráneo central. «Personas que sólo trataban de buscar una vida segura y digna en Europa», ha apuntado Noguera.

Noguera ha rechazado la falta de voluntad de la Unión Europea para poner en marcha mecanismos de rescate «eficaces» de rescate de migrantes en el mar, así como de facilitarles un acceso a puerto seguro. «La UE ha fracasado como referente moral y ganarte de derechos básicos», ha declarado.

Así, ha instado a la UE a habilitar vías seguras para las migraciones. A su juicio, hay que facilitar el derecho de las personas a huir «sin tener que lanzarse al mar o ponerse en manos de mafias».

«No hacer nada no es una opción»

«No podemos quedarnos indiferentes a esta situación. La opción de no hacer nada simplemente no es una opción», ha subrayado Noguera, incidiendo en que el rescate de persona en el mar es una obligación «legal y moral», especialmente ante la «falta de respuesta» de la UE.

«Hace un año que Europa anunció mecanismos que todavía no se han puesto en marcha. Necesitamos que, como mínimo algunos estados, se pongan de acuerdo para mostrar el camino», ha señalado Sophie Beau, la cofundadora de SOS Méditerranée en una conferencia de prensa en París.

Los combates de los últimos tres meses en torno a la capital libia, Trípoli, han provocado el desplazamiento de más de 100.000 personas y han dejado atrapados a refugiados y migrantes en los centros de detención.

«Los últimos acontecimientos en Libia muestran que es necesario que los Estados europeos encuentren una solución», ha destacado Frédéric Penard, director de operaciones de SOS Méditerranée.

En la misma comparecencia en París, Hassiba Hadj-Sahraoui, de MSF, ha hecho hincapié en que el mecanismo de solidaridad no puede recaer solo en los estados costeros: «No podemos dejar a Grecia e Italia toda la responsabilidad para acoger a los inmigrantes».

Penard ha explicado que lo principal es llevar a los rescatados lo antes posible a un puerto seguro, en el que no sean víctimas de abusos ni de violaciones de derechos, y reconoció que eso tiene que ser objeto de «discusiones diplomáticas entre estados».

El anuncio y el llamamiento de MSF y SOS Méditerranée ha llegado el mismo día que la capital francesa acoge una reunión de ministros y representantes europeos, promovida por París y Berlín, sobre las migraciones en el Mediterráneo para tratar de encontrar un mecanismo conjunto de solidaridad.

«Caótica y prácticamente inexistente»

«La coordinación en el Mediterráneo central es caótica y prácticamente inexistente», ha indicado Penard, que ha dicho esperar «buenas noticias» del encuentro en París.

El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, ha expresado en un comunicado previo a su participación en esa cita que las cifras de personas que precisan ayuda en el mar son «manejables» y que «no debemos abandonar hasta alcanzar un acuerdo. Es la obligación humanitaria de Europa».

Por su parte, el titular de Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, dejó claro en un comunicado colgado ayer en Facebook que «Italia ya no está dispuesta a acoger a todos los inmigrantes que lleguen a Europa» y que Francia y Alemania no pueden decidir las políticas migratorias «ignorando las necesidades de los países más expuestos».