En ese control los agentes, según informa la Guardia Civil en un comunicado, observaron una serie de productos que por su embalaje y sus inscripciones no cumplían con la normativa exigida en la Unión Europea, ya que el etiquetado no estaba en el idioma del país destinatario.

Además, añade, se desconocía el lugar de origen del producto o el nombre del importador, por lo que no habrían pasado los controles necesarios con el consiguiente peligro potencial para el consumidor final.

Los artículos que incumplían la norma general de etiquetado, presentación y publicidad fueron inmovilizados y puestos en conocimiento del Departamento de Salud. Entre los productos incautados había 184 latas de refrescos, 881 kilogramos de dátiles, 320 kilogramos de cuscús y 18 litros de aceite de palma.