Maite Ubiria

La gravilla de Arnaga y el anacronismo de «las primeras damas»

La iconografía capitalista empapa este G7, sí, incluida la reproducción de estereotipos sexistas, a excepción de una Merkel crepuscular. Ezpeleta y Arnaga se preparan para las «excursiones» de las parejas de los dirigentes. Y, sí, en Itsasu velan por sus fiestas...y su kabalkada.

Briggite Macron, «anfitriona» de las parejas de los mandatarios en esta cumbre. (Gerard JULIEN | AFP)
Briggite Macron, «anfitriona» de las parejas de los mandatarios en esta cumbre. (Gerard JULIEN | AFP)

Disponen de su propia agenda, en este caso coordinada por Brigitte Macron, y está salpicada de visitas, almuerzos y otras actividades «ligeras». Es el programa paralelo de las «primeras damas» –figura sin estatus constitucional o político propio en la mayoría de los estados representados en el G7, empezando por Francia, pero ¡qué más da!-, que se traducirá en una infinidad de imágenes y crónicas muy rosas y muy poco moradas.

Pero el objeto de estas líneas es hablar de las afecciones que generará ese «programa» paralelo. Primera alusión: la imagen de «ellas y sus atuendos» resulta ya inasumible incluso para la mercadotecnia. Gran revolución, desde la cumbre del G7 en Italia las-os consortes tienen «un programa propio», aderezado con una pizca social y otra cultural.

En las redes tenemos ya algunas concreciones sobre una «visita de cónyuges» que, salvo cambios de última hora, tendrá dos desplazamientos principales: Ezpeleta, seguro, el domingo, y todo apunta a que también puede haber escala en Villa Arnaga (Kanbo). Sí, la Villa Arnaga que certificó el final de ETA.

El Ayuntamiento de Ezpeleta se prepara para cortes de tráfico y, aunque de momento no se ha informado de otras restricciones, se da por seguro que habrá alteraciones en la vida normal de un domingo de agosto en esa villa de 2.000 habitantes, de por sí lugar de peregrinación para multitud de visitantes.

Fiestas de Itsasu y una kabalkada de título premonitorio...

Mientras, a apenas unos pocos kilómetros, los vecinos de Itsasu tiemblan porque sus fiestas –que arrancan este viernes– puedan celebrarse finalmente sin que el dispositivo de seguridad se encargue de frustrar el trabajo de preparación de todo un año.

El domingo se celebrará, a partir de las cuatro de la tarde, la kabalkada "Datozkigunak", una cita mayor del teatro popular, fruto de un largo esfuerzo... que, es de desear, no se vea alterado por el G7.

Periplo con visita de artesanos, a modo de shopping sostenible, algunas degustaciones, y una incursión en el mundo de Edmond Rostand, en Arnaga. Ese podría ser el menú del «programa» de Brigitte Macron y sus invitadas.

Arnaga: Jardines y terrazas, verde y flores, y... ¡oh! gravilla, esas piedras diminutas que, por lo visto molestan el paso si no se usa el calzado adecuado.

El protocolo y la cumbre del glamour tienen prioridad. Así que, dicho y hecho, en Arnaga han colocado planchas de madera para que los pasos y las imágenes de ellas -si finalmente acuden, a lo que apuntan los preparativos- no se vean perjudicadas por algún tropezón o unas molestas manchas de polvo en los zapatos.

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