Amaia U. Lasagabaster

Las defensas se imponen en el empate entre Osasuna y Eibar (0-0) en El Sadar

Los rojillos prolongan su racha de imbatibilidad en el Sadar y el cuadro armero suma su primer punto de la temporada. Osasuna ha sido algo superior pero no tanto como para lastimar a un rival mejor en defensa que en ataque.

Las defensas de ambos equipos han sido superiores. Idoia ZABALETA/FOKU
Las defensas de ambos equipos han sido superiores. Idoia ZABALETA/FOKU

El primer derbi de la temporada se ha saldado sin goles. El resultado más justo y también el más lógico, pese a la ligera superioridad local, porque los defensas han sido los más acertados en el choque entre Osasuna y Eibar.

Los problemas físicos de Oier –unas molestias en la zona de las costillas por un golpe– le han sacado del equipo y de la convocatoria. Jagoba Arrasate ha optado por alinear a Marc Cardona, retocando el dibujo para jugar con dos delanteros.

Por parte azulgrana ha habido más novedades. Ramis, Correa y Pedro León se han quedado en el banquillo.

Tejero se ha colocado hoy en su banda, con Arbilla en el lateral derecho; Sergio ha retrasado su posición al centro de la zaga –donde ha estado mucho mejor que la semana pasada– y Orellana ha pasado a la derecha para que De Blasis se colocase por delante de Arbilla.

Los dos equipos sabían lo que tenían que hacer pero a Osasuna le ha salido algo mejor. Por lo menos ha creado más peligro, aunque casi exclusivamente por medio de Chimy Ávila.

Al argentino, que la temporada pasada ya les hizo a los armeros uno de los goles del año, el juego del Eibar le va como anillo al dedo. Su equipo lo sabía y ha tratado de explotar los balones a la espalda de la zaga del rival en busca de la velocidad de su ariete.

En cuatro minutos ya había generado miedo en un par de ocasiones, aunque ambas acciones han sido anuladas por fuera de juego.

Pasado el susto, los eibarreses, algo más cerca de su portería de lo habitual, se han asentado. En defensa porque su ataque han sido un solar.

Ni Orellana, ni De Blasis han desbordado y Enrich y Kike apenas han olido el balón. Pero al menos se mostraban más intensos y concentrados que en su flojo debut en Mallorca, lo que ha provocado que el primer tiempo acabara sin que los locales tampoco se acercaran al gol más de la cuenta.

La mejor ocasión ha sido para Moncayola, de nuevo en el once, con un remate desde la frontal que Dmitrovic ha despejado a córner junto a la base del poste.

Los dos equipos han regresado algo más entonados de vestuarios. Se le ha notado más al Eibar, más cerca ahora del área rival, con lo que Osasuna tenía que recorrer más metros para generar peligro.

Lo ha conseguido con cuentagotas. Los dos técnicos han querido reforzar el centro del campo, por el que apenas habían pasado balones, en la recta final pero el choque no ha cambiado en exceso.

Sólo en los últimos minutos ha vuelto a asomarse el equipo de José Luis Mendilibar a la parcela de Rubén pero tan tímidamente que el empate no ha corrido peligro en ningún momento.

El empate permite a Osasuna prolongar su racha de imbatibilidad en el Sadar (19 victorias y tres empates en los 22 últimos partidos) y al Eibar sumar su primer punto del curso. La próxima semana, los rojillos recibirán al Barcelona y los azulgranas visitarán al Atlético de Madrid.

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