«Lo más grave» de estos casos de abusos, «además de la violación de derechos que representan, es la impunidad de que han gozado socialmente durante demasiado tiempo», ha sostenido el consejero.

En el encuentro, informa el Gobierno en un comunicado, los representantes de la asociación han expresado su sentimiento de que, durante demasiado tiempo, la sociedad «ha mirado para otro lado».

El Gobierno, por su parte, les ha mostrado «el dolor y la consternación que sus casos han supuesto para el conjunto de la sociedad navarra» y en esa línea, Eduardo Santos les ha reiterado su ofrecimiento como mediador para un encuentro de la asociación con responsables de la Iglesia en Nafarroa.

Esta reunión, ha declarado el consejero, es «un primer paso» dentro de lo que el Gobierno de Nafarroa considera un «compromiso de no ser indiferentes ante estas denuncias». El siguiente paso, ha apuntado, será propiciar el encuentro entre víctimas que así lo deseen y representantes de la Iglesia Católica en el herrialde.

Para Santos, las víctimas «deben tener la posibilidad de expresar lo sufrido, y de recibir un reconocimiento y una petición de perdón sincera y empática», lo que, en su opinión «contribuirá al derecho de estas a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, que ayude a sanar las heridas y a hacernos mejores como sociedad».

De ahí que, pese a que existen limitaciones legales en el orden penal, como el hecho de que muchos de los presuntos delitos hayan prescrito, «el Gobierno tiene margen de acción para apoyar a estas víctimas», ha indicado el consejero, quien ha agregado que la implicación del Ejecutivo «permitirá a las víctimas sanar su dolor, y a la sociedad navarra en su conjunto mostrar su solidaridad con estas personas».
Entre las vías apuntadas, ha destacado que se pone a disposición de las personas denunciantes el Servicio de Asistencia a las Víctimas de Delitos.