Nagore BELASTEGI
Donostia

Una caracterización «vital» para el Unamuno de Elejalde

Los actores se transforman al ponerse en la piel de un personaje, pero ese trabajo puede ser más difícil cuando el personaje es histórico. Unos trabajados Miguel de Unamuno, Millán Astray y Francisco Franco son los protagonistas de ‘Mientras dure la guerra’. NAIZ ha entrevistado al director y actores del filme junto a un grupo reducido de periodistas.

Karra Elejalde es el protagonista de la cinta sobre Miguel de Unamunio. (Gorka RUBIO / FOKU)
Karra Elejalde es el protagonista de la cinta sobre Miguel de Unamunio. (Gorka RUBIO / FOKU)

‘Mientras dure la guerra’, dirigida por Alejandro Amenábar, destaca por la interpretación de sus protagonistas en papeles históricos muy reconocibles. Karra Elejalde es Miguel de Unamuno, Eduard Fernández es Millán Astray y Santi Prego Franciso Franco en una guerra que todavía no ha cerrado sus heridas.

«Sabía que fue quien fundó la legión, que le faltaba un brazo y un ojo. Hasta ahí llegaba mi conocimiento sobre Millan Astray. Pero cuando te proponen un personaje así lo primero es dejar de lado tu ideología y tu juicio, y luego investigar sobre él y darle humanidad, que para eso nos pagan. Yo me informé sobre su infancia, de cómo su padre estaba en prisiones y cómo los presos le daban dinero para dejarlos salir. Creo que Millán Astray quiso redimir la figura de su padre. Me lo imaginé de pequeñito yendo a buscar a su papá a la cárcel, conociendo a los chorizos, a los violadores, teniendo cierta familiaridad con la gente del talego. Su padre siempre decía que todo el mundo se merece una segunda oportunidad, entonces cuando fundó la legión quiso realmente redimir a la gente y darles una segunda oportunidad, jugando el papel de Dios, diciendoles ‘te perdono de todos tus pecados, vuelves a nacer y, por lo tanto, viva la muerte’. Creo que lo interesante de esta película es que humaniza los personajes», ha explicado Eduard Fernández en una entrevista con un grupo reducido de medios. 

En el caso de Karra Elejalde no bastaba con conocer al personaje. «A mí la caracterización me ha ayudado mucho: ellos –sus compañeros de rodaje– no tenían problema de edad, pero en mi caso sí. Tenía que parecerme. En las pruebas si quieres que te crean te lo tienes que creer tú», ha comentado.

Así que decidió acudir al casting vestido de persona mayor, y no le reconocieron. «Mi abuela tenía una salud de oro, pero se pilló un catarro y en dos semanas se convirtió en una abuela. Me tiré una semana sin ver a mi madre y cuando volví a casa hacía así –simula temblor en la boca– y lo he incluido en el personaje de Unamuno. Mi personaje en 5 meses degenera una barbaridad. Eso lo tengo que hacer yo, pero si me ponen la cara de Unamuno, la ropa de Unamuno, a mí me ayuda muchísimo, me siento capaz de hacerlo. Para mí es vital», ha subrayado.

En el caso de Santi Prego tenía entre manos un personaje mucho más conocido, así que optó por documentarse con testimonios familiares. «Me interesó mucho el libro de su nieto en el que habla de cómo eran colegas, cómo iban a cazar, y cómo era aquél abuelo. ¿Y sabes cómo era? –ha preguntado para luego responder– como un abuelo, y se derretía con sus nietos», ha contado.

A esto Elejalde ha añadido que «todos los niños a los que el abuelo les compra un palote, un chicle o una nube y les lleva a los columpios no les preguntan si su abuelo es de izquierdas o derechas, sistemáticamente le quieren. Por eso las guerras son tremendas, porque somos herederos subsidiarios de lo que sucede».

El actor gasteiztarra está «harto» de la actitud de los políticos actuales. «Se sientan a negociar, uno negro y otro blanco, pero ninguno de ellos se contamina un poco del otro color. Podremos llegar a un acuerdo, que sea gris perla, gris marengo. No, cada uno con su color y no llegamos a ninguna cosa. Esta película creo que pretende lanzar el mensaje de que aprendamos a convivir», ha propuesto. 

También Alejandro Amenábar ha reflexionado sobre la actualidad y la ha comparado con los años en los que se enmarca su nueva película: «Estamos en un punto muerto porque no tenemos ni gobierno, pero sí tenemos una izquierda que no se pone de acuerdo. No tenemos el extremo que había en aquella época, pero tenemos indicios de que ciertas cosas se están repitiendo. Tienes políticas llevadas al extremo, discursos radicales, y a mí eso me inquieta porque miro al pasado y veo a dónde nos llevó ese nacionalismo extremo. Europa, el Brexit, Trump, me hace pensar que estamos viviendo un periodo similar al anterior a la Segunda Guerra Mundial».