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Juncker ve posible alcanzar un acuerdo sobre el Brexit y advierte de las consecuencias de no hacerlo

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado, en una entrevista publicada este domingo en 'El País', que existe «la posibilidad de llegar a un acuerdo» sobre el Brexit. Sin embargo, advierte de que en caso de que no se produzca una salida pactada, habra una frontera «dura» en Irlanda.

Johnson saluda a Juncker en la reunión celebrada el pasado lunes en Luxemburgo. (Francois WALSCHAERTS/AFP)
Johnson saluda a Juncker en la reunión celebrada el pasado lunes en Luxemburgo. (Francois WALSCHAERTS/AFP)

Jucker ha calificado la reunión que mantuvo el lunes pasado con el primer ministro británico Boris Johnson como «constructiva y, en parte, positiva».

Asimismo, ha remarcado que no aboga, en absoluto, «por la salida sin acuerdo», ya que «no favorece a nadie, ni a Reino Unido ni a la UE».

En este sentido, el presidente de la Comisión Europea ha afirmado que existe la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el Brexit, y eso es precisamente lo que, a su juicio, está tratando de hacer Johnson: «No comparto la idea de quienes piensan que Johnson está jugando con nosotros y consigo mismo. Creo que está tratando de buscar un acuerdo aceptable tanto para el Parlamento británico como para el Parlamento Europeo».

Sin embargo, en una entrevista emitida por la cadena británica Sky News, grabada la semana pasada – antes de recibir las nuevas propuestas de Johnson–, Juncker afirmó que está convencido de que el Reino Unido saldrá de la UE, y advirtió de nuevo de que, si hay Brexit sin acuerdo, en Irlanda habrá una frontera «dura».

En cuanto a la posibilidad de la instauración de una frontera entre el norte y el sur de Irlanda en caso de que no haya una salida pactada, Juncker respondió que «sí». «Debemos asegurarnos la defensa del interés de la Unión Europea y del mercado internacional», argumentó.

En ese sentido, criticó a los diputados británicos que «han olvidado la historia» en referencia al Acuerdo del Viernes Santo que puso fin a décadas de conflicto armado. Si hay una frontera dura, «la historia volverá de inmediato», señaló.

Juncker remarcó en la cadena británica que «la situación en Irlanda ha mejorado» y que «no deberíamos jugar con esto», a lo que añadió que la UE «no será responsable de ninguna de las consecuencias del Brexit».

Londres y Bruselas han fijado el 31 de octubre como fecha de salida de británica del bloque, pero Johnson quiere un nuevo acuerdo distinto del pactado por May que le permita controlar su frontera con Irlanda. El mandatario ha advertido de que si no hay un nuevo acuerdo con la UE habrá igualmente Brexit en la fecha prevista.

Esta obstinación llevó a Johnson a decretar un controvertido cierre parlamentrio sobre el cual debe decidir el Tribunal Supremo británico.

Corbyn quita hierro a la división laborista

La situación ha provocado asimismo un cisma en el Partido Laborista de Jeremy Corbyn, que está celebrando su congreso anual en Brighton.

Durante la segunda jornada de la convención, Corbyn ha restado importancia a las supuestas discrepancias internas de su partido y ha mantenido la ambigüedad sobre su postura ante el Brexit.

Mientras que la mayor parte de seguidores laboristas querían que el país continuara siendo parte del bloque, Corbyn defiende que debe respetarse el resultado del referéndum de 2016.

Si llega al poder, pretende negociar un nuevo acuerdo de brexit en un plazo de tres meses, que sometería a un referéndum y que incluiría la opción de la permanencia en la UE.

No obstante, pese a los muchos llamamientos para que se posicione sin ambigüedad sobre la salida de la UE, la actitud del líder laborista continúa sin estar definida.

«Por favor, recuerden por qué los ciudadanos votaron a favor de la salida, por qué la gente votó por la permanencia, pero también recuerden que es más lo que une a todas estas personas, con relación a la austeridad, temas de inversión, educación, vivienda, sanidad, una revolución industrial verde, que lo que los divide», ha demandado.

Sobre este punto, el líder del laborismo en Escocia, Richard Leonard, ha pedido a Corbyn «mucha mayor claridad» en su planteamiento sobre sus próximos pasos ante el brexit, al igual que Mark Drakeford, el líder laborista galés, quien ha alertado de que una salida «dura» del bloque podría provocar la pérdida de 50.000 empleos.