La iniciativa ha sido presentada ante los medios por el portavoz de la coalición soberanista en el Consistorio, Joseba Asiron, y el concejal Joxe Abaurrea, y consta de dos grandes partes.

La primera se centra en la realización de doce propuestas, en las que se apuesta, por ejemplo, por extender las previsiones de la  actual Ordenanza Ciudad 30 a todos los pasos de cebra de la ciudad.

Además, se propone completar los proyectos de Pío XII y el plan de Amabilización «sin incorporar elementos contradictorios con estos proyectos», ha apostillado Asiron.

También se apuesta por ejecutar el proyecto de corredor sostenible del Labrit y sus ramificaciones, y desarrollar el concurso de anteproyectos del paseo de Sarasate. Asimismo se apuesta por redactar e implantar los proyectos de movilidad sostenible y calmada de tráfico ya existentes o en redacción en barrios como Arrosadia, Sanduzelai, Txantrea, Arrotxapea, Etxabakoitz, II Ensanche e Iturrama.

Asimismo, se promueve implantar el sistema de bici pública eléctrica, completar la red de aparcamientos rotatorios para bicis y continuar con la habilitación de una red de parkings disuasorios para descongestionar de coches el centro, incluyendo  un parking permanente de aurocaravanas. También se recoge la recuperación de los bicipolis.

Un cuarto eje de las propuestas pasa por la colaboración interinstitucional buscando un consenso amplio en relación al PMUS y considerando prioridades la nueva red de transporte público, la red de itinerarios peatonales y la red de carriles bici.

En conjunto, suponen una serie de planes que se irían implantando a lo largo de los años, podrían ser entre cuatro y seis, y que tendrían un coste aproximado de entre 12 y 15 millones de euros.

Metodología para buscar acuerdos

Pero la propuesta va más allá y busca poner coto a «la unilateralidad y el autoritarismo de Maya» en esta materia. Para ello, se plantea una metodología a la hora de adoptar acuerdos puntuales en movilidad y que consta de varias fases, según ha desgranado Abaurrea.

En primer lugar, se definen tres espacios de trabajo: Junta de Movilidad (grupos municipales), el Observatorio de la Movilidad (incluye asociaciones especializadas) y el Foro de Movilidad (abierto a toda la ciudadanía), buscando la coordinación con la Mancomundiad de Iruñerria.

En la segunda y ya más centrada en el método de trabajo, se apuesta porque las propuestas partan de los servicios técnicos. Estas  se presentarían a la Junta de Movilidad para posteriormente «poner en marcha procesos participativos con apoyo técnico y contando con colectivos especializados y colectivos vecinales, escolares, comerciantes, afectados…», ha añadido Abaurrea.

Posteriormente, personal técnico elaboraría una síntesis de todas las aportaciones y la elevaría a la Junta de Movilidad y las propuestas con consenso suficiente pasarían a las áreas correspondientes.

Anuncios que «solo son humo»

Tanto Asiron como Abaurrea han sido especialmente críticos con el equipo de gobierno de Enrique Maya, ya que en materia de movilidad «detrás de los anuncios no hay más que humo». Han destacado que las propuestas que plantean en este ámbito, la mayoría municipal las conoce a través de la prensa y carecen de un trabajo técnico, como sucede con cuestiones como la rotonda planteada para el cruce de Pío XII y la avenida del Ejército o la posible apertura de la calle Moret al tráfico.

Han destacado que después de que muchos proyectos de la amabilización fueron convertidos por la derecha en «elementos para la bronca política», en estos momentos, por parte del equipo de Maya «no hay más hoja de ruta que dar continuidad a los proyectos que tanto se han criticado».