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Las protestas por nuevas tasas en Líbano paralizan el país y comprometen al gobierno

La decisión de implementar un impuesto a las llamadas a través de Whatsapp y de aumentar las tasas al tabaco han vuelto a sacar a la calle a miles de libaneses, hartos de las penurias económicas y de la corrupción. Tras paralizar el país, las protestas exigen la «caída del régimen».

 El Ejército desmonta las barricadas en el norte de Beirut. (ANWAR AMRO-AFP)
El Ejército desmonta las barricadas en el norte de Beirut. (ANWAR AMRO-AFP)

Al menos dos personas han muerto y decenas han resultado heridas durante las protestas contra el Gobierno que comenzaron en la noche de ayer en Líbano y mantienen al país prácticamente bloqueado por  cortes de carretera.

La Agencia Nacional de Noticias (ANN) ha informado hoy de que dos obreros sirios murieron asfixiados a causa de un fuego en un edificio cercano a la zona de las protestas en la plaza de Riad al Solh, en el centro de Beirut.

Miles de personas siguen acampadas desde anoche, mientras que en otras regiones del norte, este, sur y centro del país, las carreteras y autopistas están bloqueadas con neumáticos quemados, según la agencia.

El detonante de estas nuevas protestas fue la decisión del Gobierno de poner nuevos impuestos, entre ellos sobre las llamadas a través de Whatsapp y otras aplicaciones, y de incrementar las tasas al tabaco en el marco de su programa de austeridad.

En las últimas semanas, la tensión se ha incrementado en Líbano sobre el telón de fondo de la agravación de la situación económica, entre rumores de una devaluación y de penuria de dólares en los mercados de cambio.

Anoche, el ministro de Telecomunicaciones Mahmud Choucair, anunció la anulación de la imposición de una tasa de 20 céntimos de dólar por cada llamada a través de Whatsapp y Viber, todo ello en un país en el que el precio de la telefonía móvil se sitúa entre los más caros de la región.

Pese a ello y a que el presidente Michel Aoun ha reunido hoy en sesión de urgencia a su gabinete, las protestas continúan y están derivando en la exigencia de cambio de régimen.

«Queremos la derrota del régimen», es uno de los lemas que más se escucha coreado por los manifestantes, que expresan además su malestar por la difícil situación a la que hacen frente.

La Policía libanesa ha utilizado por primera vez de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

El director general de la Cruz Roja Libanesa (CRL), Georges Kettaneh, ha informado de que 26 heridos han sido hospitalizados, mientras que otros 70 han sido atendidos in situ.

Se trata de la segunda vez en menos de un mes que se desatan protestas en la calle contra la élite política libanesa, acusada de corrupción y clientelismo.

Líbano es uno de los países con un mayor peso de su deuda, calculada en 86.000 millones de dólares. lo que representa más de 150 % del PIB.