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La Diputación espera «mejoras» en la residencia Bizkotxalde y dice que estará «vigilante»

Después de que familiares de usuarios de la residencia Bizkotxalde de Basauri presentaran quejas por razones de higiene, limpieza y falta de personal, los grupos de EH Bildu y PP en la Diputación de Bizkaia habían solicitado la comparecencia del diputado de Acción Social, Sergio Murillo. Este ha expresado hoy su deseo de que la interlocución abierta entre los familiares y la dirección del centro suponga una mejora en el servicio.

Imagen de la residencia Bizkotxalde de Basauri        (NAIZ)
Imagen de la residencia Bizkotxalde de Basauri (NAIZ)

El diputado de Acción Social de Bizkaia, Sergio Murillo, ha confiado en que «la dinámica de diálogo» entre familiares de la residencia Bizkotxalde de Basauri y la dirección del centro, puesta en marcha tras las quejas de varias familias, «redunde en mejoras» en la atención y ha asegurado que la Diputación estará «vigilante» para que así ocurra. Aunque ha sostenido que en las inspecciones realizadas en los últimos años, no se han detectado «vulneraciones».

Murillo ha comparecido hoy ante la Comisión de Acción Social de las Juntas Generales de Bizkaia a petición de EH Bildu y PP para informar sobre la situación en la residencia de mayores Bizkotxalde de Basauri tras las críticas efectuadas por familiares de los usuarios, según han recordado desde estos grupos, relativas a cuestiones de higiene de los usuarios, limpieza del centro, «falta» de personal o casos de sarna.

Brote de sarna en octubre

Respecto a este último asunto, el diputado ha explicado que la institución foral ha mantenido encuentros con los familiares tras un brote de sarna a finales del mes de octubre y después de que se presentará a mediados de noviembre un escrito de queja que anexaba las firmas de 96 personas que, según ha indicado, se han identificado como familiares de 43 usuarios.

En este sentido, ha explicado que el 14 de noviembre, familiares de los usuarios de Bizkotxalde presentaron un escrito que, según ha indicado, se ha tratado como «una queja y no denuncia por no contener hechos concretos a inspeccionar». El diputado ha explicado que, tras recibir el escrito, los servicios de Diputación se pusieron en contacto con uno de los firmantes para convocarles a una reunión el 18 de noviembre.

Asimismo, se inició un proceso de mediación entre las familias y el centro para «la búsqueda de soluciones a las inquietudes y quejas que se tienen» y, según ha asegurado, ambas partes se mostraron conformes con la propuesta para que «puedan disponer de más espacios de interlocución en los que articular medidas consensuadas para mejorar la vida de las personas usuarias».

El 20 de noviembre responsables de Inspección mantuvieron un encuentro con la dirección del centro para tratar la «queja colectiva» y el día 25 los responsables de la residencia comenzaron a reunirse con las familias, de manera que, según ha señalado, hasta el pasado día 29 «se habían mantenido reuniones con representantes de, al menos, 35 residentes» y esta semana «está trabajando en las primeras medidas correctoras sobre las quejas más reiteradas».

Elevado número de quejas

Desde la oposición, la juntera de EH Bildu Izaskun Duque ha advertido de que el porcentaje de familias que ha expresado sus quejas en relación a los usuarios del centro es elevado y ha subrayado que «hablamos del cuidado de personas, más allá de decretos y protocolos».

En su intervención, Duque ha destacado el «nudo» que supone en este asunto los ratios de trabajadores y trabajadoras, de cara a que «sus condiciones de trabajo sean dignas, y que el servicio que ofrecen a las personas usuarias también sea digna, y la atención, de calidad». La apoderada independentista ha emplazado a hacer un ejercicio de «empatía» con las personas afectadas, y ha destacado que «un familiar nuestro o nosotras mismas podemos ser usuarias en el futuro y a todas y todos nos gustaría contar con un servicio de calidad, y sobre todo, dignidad».

Por su parte, el juntero del PP Eduardo Andrade ha mostrado su preocupación por el hecho de que se realizara la inspección anual en mayo y «no se detectaran» las cuestiones que han suscitado la queja de los familiares, mientras que el representante de Elkarrekin Bizkaia Héctor Fernández ha reivindicado que se tomen «en serio» tanto las quejas de las familias como las movilizaciones de las plantillas de las residencias en los últimos años. Asimismo, ha advertido de que las denuncias de familiares puede que indiquen que los criterios que usa la Inspección en sus controles son «poco exigentes».