Aritz INTXUSTA

Barañain recuerda a Karmele Solaguren, víctima del alejamiento

Hace quince años falleció Karmele Solaguren cuando viajaba a Madrid para visitar a su hijo, que se encontraba en prisión preventiva. Sus vecinos le han rendido nuevamente memoria y se han conjurado a seguir luchando para acabar con el alejamiento y que no vuelva a suceder algo así de nuevo. 

El acto se ha celebrado junto al monolito por Karmele Solaguren. (Iñigo URIZ | FOKU)
El acto se ha celebrado junto al monolito por Karmele Solaguren. (Iñigo URIZ | FOKU)

No en todos los sitios las fechas significan lo mismo. El día 6 de diciembre en Barañain está ligado al accidente de tráfico que segó la vida a Karmele Solaguren. Hace quince años que ocurrió, en las carreteras de Soria, cuando Solaguren viajaba a Alcalá-Meco a ver a su hijo Ekain. Las autoridades españolas lo habían detenido, torturado, puesto en prisión preventiva alejado a más de 500 kilómetros. Ekain Guerra finalmente fue absuelto. En 2007 el joven fallecería en un accidente de tráfico.

Un centenar de vecinos de Barañain se ha reunido esta mañana de viernes junto al monolito a Solaguren para realizar un acto en su recuerdo. Ha habido claveles rojos, canciones a la guitarra y se ha bailado un aurresuku. 

El monolito consiste en un enorme panel de metal, en cuyo centro aparece la silueta de la madre fallecida. A su alrededor, hay distintos orificios. Mientras avanzaba la ceremonia dos vecinas del pueblo han ido cosiendo retales de tela alrededor de la silueta empleando estos agujeros. La acción ha sido realizada por los «lotzaileak» de este año –Marian y Marisa– una figura creada en torno a Solaguren y mediante la cual se distingue a un sector vecinal para que defienda la memoria de lo que sucedió y se comprometa a luchar contra el alejamiento. La cadena de retales fue una donación de la pareja de Solaguren. Son telas que ella usaba como aficionada a la costura.

Un libro para una lucha

Durante las distintas lecturas, los presentes han roto en aplausos cuando se ha leído el listado de las otras 15 víctimas mortales de la política de alejamiento. Se ha insistido en la importancia de conseguir reconocimiento para ellas. En el caso de Solaguren, el Ayuntamiento ya la ha reconocido, pero los que la han recordado esta mañana han insistido en que ahora toca el turno a los gobiernos de Nafarroa y el Estado. 

Además, se ha anunciado la publicación de un libro que recoja la historia de lo sucedido y también cómo se ha intentando preservar la memoria. Cabe recordar que fueron necesarios 13 años de batalla para que el Ayuntamiento la reconociera como víctima, además de la propia lucha para levantar el memorial (que también ha sido objeto de ataques). 

Entre los presentes estaba Ana Fernández, hermana de Sara, que también murió al visitar a un preso. Ella ha sido la que ha iniciado los cánticos de «Karmele gogoan zaitugu!», con los que se ha dado el acto por finalizado.