Aimar ETXEBERRIA
EDIMBURGO

Johnson y Corbyn libran el último cara a cara a menos de una semana de las elecciones

Los candidatos a primer ministro de Gran Bretaña, el conservador Boris Johnson y el laborista Jeremy Corbyn, han librado la última batalla en un cara a cara con vistas a las elecciones generales del próximo jueves. El Brexit y las propuestas económicas han copado un debate en el que ambos han salido a no perder. 

Corbyn observa a Johnson mientras este se dirige a los televidentes. (JEFF OVERS / AFP)
Corbyn observa a Johnson mientras este se dirige a los televidentes. (JEFF OVERS / AFP)

Ni Margaret Thatcher, ni John Major, ni Tony Blair, ni Theresa May. Boris Johnson ha sido el primer mandatario británico en aceptar un cara a cara televisado con su rival más directo en las urnas. Y lo ha hecho por partida doble, ya que el de esta noche ha sido el segundo debate en lo que vamos de campaña. El segundo y el último. 

A menos de una semana para las elecciones generales, el líder conservador y el laborista Jeremy Corbyn han participado en un cara a cara organizado por la BBC. Las preguntas corrían a cargo del público, compuesto por un centenar de personas de distintas preferencias políticas. Y, como cabía esperar, el Brexit ha sido el tema estrella del plató. 

«Get Brexit done» («Cumplamos ya con el Brexit»), ha sido la frase más repetida por el líder tory –incluso ha tirado de ellla cuando ha sido interpelado por cuestiones relacionadas con la islamofobia y el racismo–, quien ha sabido hurgar en las debilidades de su rival, sobre todo en lo referente a la neutralidad prometida por este en relación al Brexit en caso de que se haga con el poder.

Para Johnson, la neutralidad de Corbyn, más que una cuestión ideológica, es consecuencia de una «falta de liderazgo». Ante ello, lo ha retado a que presente el plan que quiere renegociar con la UE, y que aclare quién se encargará de negociarlo. Además de la falta de claridad de su rival, Johnson ha advertido de un posible pacto postelectoral entre los laboristas y el SNP, que, además de acarrear una «crisis económica y política», propiciaría la celebración de «dos consultas catastróficas» [la segunda sobre el Brexit y la referente a la independencia de Escocia].

Corbyn, por su parte, ha prometido que renegociará el acuerdo con Bruselas en los primeros tres meses de un hipotético gobierno laborista, y que en los siguientes tres convocará un referéndum para que la ciudadanía pueda refrendarlo. Sobre los planes de su rival, ha advertido de que Johnson incluirá la NHS [la sanidad pública] en una futura negociación comercial con EEUU.

«Spend, spend, spend» («Gastar, gastar, gastar»), les ha espetado un espectador desde el público, ya que ambos mandatarios han hecho promesas de inversiones en la sanidad pública, educación, vivienda, etc. Ante ello, Corbyn, en un alarde de honestidad, ha confirmado sus planes de incrementar los impuestos –sobre todo a los más ricos–, mientras que Johnson se ha escudado en una retórica sin sustancia, evidenciado una clara ausencia de plan económico en su formación.

Johnson y Corbyn, dos políticos que generan una increíble desconfianza entre el electorado británico, han salido del paso con el alivio de no haber echado por tierra todo el trabajo realizado durante la campaña electoral. Según una encuesta de YouGov, el líder tory ha sido el vencedor del debate, aunque haya sido por la mínima (52% contra 48%).