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Urkullu ve «desproporcionado» hacer huelga por unos salarios y unas pensiones dignas

El lehendakari, que ha rehusado reunirse con los integrantes de la Carta de Derechos Sociales, se ha dirigido por carta a los secretarios generales de ELA y LAB, Mitxel Lakuntza y Garbiñe Aranburu, para pedirles que desconvoquen la protesta. Defiende que la mayoría de las demandas no entran dentro de sus competencias.

Iñigo Urkullu participó este jueves en Gasteiz en una jornada bautizada «Salvemos la industria». (Juanan RUIZ / FOKU)
Iñigo Urkullu participó este jueves en Gasteiz en una jornada bautizada «Salvemos la industria». (Juanan RUIZ / FOKU)

Iñigo Urkullu ha pedido por carta a los secretarios generales de ELA y LAB, Mitxel Lakuntza y Garbiñe Aranburu, que reconsideren la convocatoria de huelga general prevista para el 30 enero, al considerar que se trata de una medida «desproporcionada» que «solo provocará un perjuicio al normal desenvolvimiento de la economía y la vida ciudadana».

El lehendakari destaca en su misiva que la mayoría de las reivindicaciones de los convocantes del paro «exceden» las competencias de su Gobierno y y corresponden al Ejecutivo español, y rechaza mantener un encuentro con los representantes de ambos sindicatos porque no cree que con ello vaya a conseguir que se anule la convocatoria.

Urkullu remarca que el sistema de pensiones es «competencia exclusiva del Gobierno español» y que las decisiones en este ámbito se analizan en «el marco del Pacto de Toledo, en el que participan todos los grupos parlamentarios con representación en el Congreso de los Diputados, en el que se pudo haber alcanzado un acuerdo en la legislatura pasada y no se logró».

Recuerda que tanto Lakua como el Parlamento de Gasteiz han solicitado «reiteradamente» el traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, tal como recoge el Estatuto de Gernika, «pero hasta la fecha no ha sido posible lograr esta competencia».

Iñigu Urkullu también alude a la reivindicación sobre las condiciones laborales y remarca que este tema «responde también, en su mayor medida, a la legislación laboral que se aprueba en el Congreso de los Diputados, y cuya aplicación y desarrollo es competencia del Gobierno español».

«Como bien saben, la posición del actual Gobierno Vasco, reflejada en la posición también de los partidos políticos que lo sustentan, es contraria a la reforma laboral que fue aprobada a propuesta del Gobierno español del Partido Popular y no ha contado con nuestro respaldo», asevera.

En su misiva, Urkullu aborda otras cuestiones como vivienda, las leyes de dependencia o el marco de relaciones laborales, bien para ensalzar la tarea realizada por su Ejecutivo, bien para situar la pelota en el tejado de Moncloa.

«Contradicción» de ELA y LAB

Además tilda de «contradicción» que ELA y LAB «reivindiquen un marco vasco de relaciones laborales y, a la vez, se nieguen a participar en los foros propios en los que se pueden materializar esas relaciones».

Con esta carta, Iñigo Urkullu considera que da «cumplida respuesta» a una solicitud de reunión que llega meses después de que se convocara la huelga «vinculándola también al Gobierno Vasco, despreciando incluso las decisiones legítimas que por mayoría vienen siendo adoptadas democráticamente en el Parlamento Vasco».

Por ello, el lehendakari pide a las centrales «una reflexión crítica ante el manifiesto desajuste que supone convocar una huelga general en Euskadi, aduciendo reivindicaciones que exceden a las competencias propias del Gobierno vasco y atañen a otras instituciones. Organizar una huelga general, en realidad, solo provocará un perjuicio al normal desenvolvimiento de la economía y la vida ciudadana», sentencia.