Javier Remírez, vicepresidente primero del Gobierno navarro, se ha desplazado hasta la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en Zaragoza, para entregar a este organismo el informe elaborado a instancias del anterior Ejecutivo de Nafarroa y que concluye que la ladera derecha sobre la que se asienta la presa del embalse de Esa se encuentra en lo que geológicamente se conoce como equilibrio estricto. Es decir, las fuerzas que inciden en la estabilidad son iguales que las que lo hacen a favor de la inestabilidad, por lo que no se puede calificar la zona como estable.

El informe señala, además, que hay que adoptar «medidas adicionales» para intentar mejorar la estabilidad en Esa, en una obra que ya ha quintuplicado su presupuesto inicial y que, sin embargo, sigue manteniendo un deslizamiento de dos milímetros al mes.

Recomendaciones de medidas

Remírez ha trasladado a la CHE las recomendaciones que recoge el informe, como medidas para mejorar el drenaje interior de la ladera, estabilizar la zona superior y minimizar movimientos residuales de deslizamiento. Junto a ello, plantea que se vuelva a estudiar la ubicación de la galería de drenaje.

Asimismo, el estudio considera oportuno profundizar en el conocimiento que se tiene de la ladera para precisar los parámetros característicos del terreno y acotar la influencia de agua subterránea. Además, recomienda que se incrementen los mecanismos de seguimiento de la ladera ya existentes para hacerlos automáticos y continuos para reforzar la previsión, seguridad y la capacidad de respuesta.

La CHE ha trasladado a Remírez que «el embalse de Yesa es una prioridad» y ha mostrado su disposición a implementar «aquellas recomendaciones que se consideren adecuadas o razonables una vez que sean estudiadas a través del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico que es quien tiene la competencia sobre esta infraestructura». Es decir, que el Gobierno español valorará si acepta o no las recomendaciones que recoge el informe navarro.